Playa de Alicante
Siiiiiiiiiiiiiiiiii, ¿Ducha?, perdona, no me hagas caso, Marga, es que vengo de mi maratón profesional matinal, que aunque no lo parezca pues resulta que la tengo, y ... hasta que llegue la comida con uno de mis mas queridos ex, en el Dársena, el Templo culinario del arroz alicantino, ahí en el Puerto, ahhhhhhhhhhhh, que vida mas mala que nos damos.
La verdad es que la vida se compone de unos pequeños placeres que no tienen por qué ser, ni crematísticamente insoportables, ni engrudos nocturnos tomados al amparo de la séptima copa. La vida, Marga, es como tú la pregonas, es como uno quiere que sea, ya sabes: Solo es pobre el que mucho necesita y, ah, para el que lleva 45 años cotizados y solo quiere que la Sociedad, le diga … “gracias, tío, te has comportado”, casi cualquier caricia le vale. No, no estoy desvariando, ya sabes que lo mío siempre es coyuntural y, a veces, ocasional, pues que quieres que que te diga, le decía yo a la Loli esta madrugada, me encanta que me hagan cosquillas entre las piernas, ya sabes, suavemente ….
PD: Un buen amigo, algo tocado hoy, el Antoine, al leer el borrador de esta bloguería me ha dicho: “Enrique, como puedes ser tan cabrón”
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