viernes, 22 de junio de 2012

Gracias vida, gracias muerte, contigo sigo, contigo muero



Play, por favor.  

22 junio 2012


A mí, estúpida y egoístamente, me gustaría pensar que todos mis descendientes, dentro de cincuenta años, pensaran que existí, que me dediqué, al menos en una importante parte de mi vida a pedir perdón, que es lo mismo que a explicar que el mundo o la vida misma, no es solo un enigma que se descubre cuando ya tienes edad y ganas de morirte, no, nada de eso, coño.  “Pero que dices, Enrique, eso no es así”, me decía mi querida Loli, que por mi es capaz hasta de creer en lo que digo. Y yo, nada, erre que erre, sigo pensando que una importante parte de mi existencia final debe o debiera, estar dedicada a mis Misas y a dar ejemplo de vida pero, conyo, eso no es posible, qué leches,  siempre existen los ideales, si, ya sabes, las ideas nunca mueren, conyo, pero  las personas sí. Ese era nuestro ideal planetario a los treinta, allá por los ochenta y ahora, casi mil años después no encontramos amor, ni hombro alguno, sobre el soltar alguna hipócrita lágrima. Pero no es vedad, es cierto, siempre hay alguien que te espera, que dice quererte porque algún día echaste o te echaron, el polvo nunca visto. Dios mío, cuanta maldad y cuanta vehemencia, sí, la del amor equivocado, si, el que una vez diste y no supieron o supiste, apreciar el y a los que que vivían con él.

Nada es lo que parece, solo la inmensidad de las profundidades del amor incomprendido pueden darle la razón al que la sufre o la sufrió y nadie se la da, si, solo el que la vive o la vivió, en las entrañas de la muerte emocional, cual quijote erróneamente coitado, sabe de que hablo. El amor incomprendido es la peor maldad que un humano puede recibir en carnes almáreas, pero aún es peor que cuando la herida ya piense que esté “quasi” cauterizada, aparezcan nuevos y arrogantes vientos reivindicativos que paginen, ordinariamente, lo que no sabes muy bien si algún día debió suceder. Te quiero vida, me matas vida, la que tuve no quiero tener, solo adoro lo que viene y lo o la, que nunca supe que lo o la, tuve. Gracias vida, gracias muerte, contigo sigo, contigo muero.

PD: Perdonadme, no quería, si, pero, mi aleatorio inicial me ha delatado ……

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