En bolas, si, con un par

Fotografía: The Story of Olga par Ellen von Unwerth

05 julio 2012

Llevo días resistiéndome a contar cosas del día a día, es decir, a contarme cosas sobre la Prima Angustias, sobre el último político imputado en una mas y a decir que no hay quien entienda a la gente y a los guardias con el asunto de la permisividad de aparcamiento indebido en zonas de minusválidos. No es que no tenga ganas, que tampoco, es que me apetece que me lo cuenten mis amigos del café madrugador y los de las Misas del atardecer. Un paseo, un par de ostias emocionales cuando ves a un señor en bolas en plena Playa de San Juan y la voz de una señora que con el clásico: “Ooooooooooh, que guarro”, que me pone al día de que no todo es coitar y reír sin pena. Me pido mi 80/2o en el Lloc, y un cristiano caballero me empieza a contar lo que para él es el problema de su vida y el que a sus 69 se lo va a llevar a la tumba muy pronto.

“Mieusté, vivo en un ático, enviudé a los 59 y me jubilé a los 66. Vivo, a veces, con una Lituana que me hace la casa y alguna cosa mas, tengo un chilaud de PM a pie de barra cervecera y nevera de licores, no tengo enfermedad conocida y mi pensión está cerca de los 2.500. Pero, ah, amigo, mis dos hijos, de 38 él y 36 ella, médico en paro uno y secretaria de dirección, también en paro, la otra, han decidido venirse a vivir conmigo y con mi Pensión, han despachado a la Lituana y se han traído a su manso, la una,  y a su boliviana el otro. Mieusté, cuando leo que el desempleo juvenil español alcanza un nuevo récord al llegar al 52,1%, tengo la impresión que no lo contabilizan bien, pues los míos de juveniles tienen menos que la Montiel y se encuentran mas a gusto que un marrano en un charco desde que se han instalado en mi casa. Ahora que empezaba a ser feliz”

El hombre, de golpe se ha callado, a pedido otro doble con hielo, ha cogido la copa y el periódico y se ha ido a sentarse en una mesa de la terraza. Al irme he querido despedirme, pero al pasar junto a él ni ha levantado la vista del papel. Creo que, lo mas probable, mañana, el de andar en bolas por la Playa va a ser él, estoy casi seguro, si, en bolas y con un par, si, pero con un par de hijos a su cargo a los tres años de haberse jubilado. Vivir para ver, para sentir y ¿para algo más?. Es cuestión de suerte me dice Maribel y yo le digo: ¿Tú crees cariño?

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