05 septiembre 2012
Cenaba anoche con uno de mis mas queridos y antiguos amigos, al cual, la suerte divina quiso ubicarlo en mi puerta contigua a la de mi casa barcelonesa en el 72. Cuarenta años no son nada, era el lema de la tertulia, pero, durante ella, pude darme cuenta que la verdad o la razón que la impone es, a veces, solo cuestión de ubicación. Mientras aquí nos dicen que los catalanes piden 5 millones de € al Gobierno español para pagar sus múltiples y derrochadoras deudas, allá lo que saben es que solo les van a dar 5 millones de € de los 11 que les deben. Y es que en las cosas de la política, no hay quien nos ponga de acuerdo. Menos mal que tener amigos así es un lujo casi tan grande como la misma vida. Gracias por tu visita amigo, gracias Carlos, verás que te he sacado guapísimo.
Me quedo con lo último, "tener amigos es un lujo"...sobre todos aquellos que han pasado por el flitro del interés y la conveniencia. Entonces el lujo de convierte en algo mayestático!
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo contigo amigo Antonio, es un lujo que no está al alcance de todos
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