La Cárcel de Alicante reduce el módulo de presos peligrosos y amplía el que ocupan políticos – ¿Cabrán todos?

18 diciembre 2012

Levantarse con 13º en diciembre, en Alicante, es un lujo que no se si tiene que ver con las manifestaciones poco dolosas de los negacionistas climáticos, pero es una verdadera alegría levantarse y seguir en bolas por la casa hasta que lanzas el primer estornudo y/o oyes el primer orgasmo de los activos vecinos apoyado en la endeblez de la arquitectura del asilamiento sónico de las modernas casas que nos echamos a la espalda de por vida gracias a esas hipotecas sin suelo que la mayoría ha heredado de una era para olvidar.

No haces más que ponerte algo encima por aquello del “que diría tu madre si te viera así” y te pones a leer la verdad digital con un extraordinario, caliente  y vital café en boca, como hacían los antiguos pobladores de mis sueños de infancia. Piensas, durante unos segundos, en que diría mi abuelo si me viera así con lo que a él le gustaba leer el periódico sentado a la mesa en esas madrugadas de los 50, pero enseguida el ruido de la persiana que levanta el vecino me vuelve a la realidad.

La primera noticia que arrastra mi curiosidad es la del viejo ahorrador y me aprendo, con cierto desencanto eso de como “Así se gana un 4,5% a seis meses”. Luego la desvergüenza de tener que ver, día si y otro también, como mientras los de la Casta siguen cobrando sus sueldos,  los de la Dependencia o los farmacéuticos, por ejemplo, siguen sin ser atendidos y sin cobrar. Leo que se queda “Dos días encadenada para reclamar las ayudas” y que “Organizan una nueva marcha a pie a Valencia en defensa del sector de la discapacidad”, ya que no son capaces de conseguir solución alguna. Para mayor incompetencia tengo que leer que “Fabra vaticina que la Comunidad ´empezará a remontar´ el próximo año”, que mientras  Un informe destapa las indemnizaciones millonarias en la cúpula de los sinvergüenzas de Competencia a otros les toca apechugar con que Los desahucios aumentaron un 134% en 2012.

Con todo esto y no sabiendo hasta cuando el vaso del juicio y la paciencia de los administrados podrá aguantar sin rebosar, leo una noticia que debe ser todo un patrón sobre las consecuencias que ha producido y sigue produciendo sin recato alguno la actuación de la Casta en estos últimos y largos años: Fontcalent reduce el módulo de presos peligrosos y amplía el que ocupan políticos. Ahora los peligrosos son ellos, la Casta. ¿Podremos con ellos? – No sé, a veces creo que nos da a todos lo mismo, hagan lo que hagan ellos siguen ahí.

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