16 diciembre 2012
Sentado en la cama, mirada fija a ninguna parte, ay, que lejos tengo el pie izquierdo, no se si hoy podré quitarme el calcetín de las noches bélicas. La cabeza, si, la tengo puesta. El hombro derecho no se mueve, se ha puesto muy por delante del pecho. Jo, el pecho está mojado y tengo frío. El ojo izquierdo, si, no veo casi nada y me pica a rabiar, esta conjuntivitis vírica acabará con mi paciencia. Qué picor, dios, la varicocele es odiosa, si, pero cuando te rascas da un extraño placer. Vaya, si el vecino existe, estornuda.
“Enrique, quítate la máscara y date prisa que vamos a llegar tarde” – Dios, pero si hoy es domingo y los enanos están ya en marcha. Adiós a todos y, ah, procurad que no os pase como a mi, daros un par de leches en la cara, alimentaros de vuestro propio ánimo y arrancad, seguro que alguien os espera en alguna parte. A mi ya se me hace el cuerpo agua, ya no me duele nada.
Ay...qué malo es el invierno!!! :P
ResponderEliminarHay un anuncio que define muy bien casi todos mis males: No son lo años .......
EliminarUn abrazo EKK y, si, el invierno para el dolor es fatal, mi querida Maribel ya ha empezado con ellos.