29 enero 2013 29 enero 2010
Mientras termino un trabajo, que no acabo nunca, sobre determinada parte de las clases de una de mis charlas, me he acordado de la que tuve hace algunos días con un prestigioso político del Alacantí, del que no importa el color, pues su comentario y actitud es propio de cualquiera de ellos, es decir, es propio de todos.
Hablábamos sobre la financiación de los partidos políticos y de la forma irregular de conseguirla. Dentro de ella, de la forma de financiarse, distinguía mi amigo entre dos formas de hacerlo, una vez excluía la oficial por ser siempre ridícula y absolutamente insuficiente.
La primera era la de conseguir inflar presupuestos, en actuaciones de la Administración Local o Regional y que no siempre se trata de obras de construcción, para luego, por medio de un proceso Kafkiano, llevar dicho exceso a papel-500 sin problema, pero ese fondo solo es empleado para resarcirse de los gastos que provocan los actos del partido incluido las campañas electorales, pero siempre, y me repetía lo de siempre con ahínco, para gastos del partido y no para el bolsillo de nadie.
La segunda, mucho más perversa, resulta que es la misma que la primera pero que su generación comparten todos los partidos. Hacen lo mismo, pero nombran a un Cabeza de Turco al que colocan estratégicamente en un cargo con poder para ello, que se encarga de repartir el papel-500, de modo proporcional a su representación popular, a cada partido.
El problema se crea, cuando el que genera el papel-500 piensa que si genera para el partido, también puede generar para él y claro, cuando lo hace, y a veces lo hace a “lo burro”, se organiza un “festival” de los de aúpa y de los que acaban saliendo en los periódicos – ¿Verdad, Enrique? – me preguntaba – Pues a mi no me hables de nada de eso, yo no sé de que va – le dije. Y me fui sin decirle adiós, algo preocupado porque sin querer, me acordaba de como generan dinero negro las Empresas lo cual, siendo grave, lo es mucho más cuando me acuerdo para qué o para quien, se genera dicha “papela-500”.
Lo mas sorprendente de todo lo que me contó mi viejo amigo, “del que nunca recuerdo su nombre, ni donde vive”, es que a él el sistema le parecía de lo mas legal del mundo y que fallaba por la codicia de unos pocos. ¿¿¿??? Es sorprendente el sentido de la moral que la praxis puede infundir en quien practica formas ilícitas desde que nace.
Mi amigo, antes de irse y por si tenía alguna duda, me lo aclara. “Mira. Enrique, si robas para el Partido eres un tipo espabilado y es fácil que tu carrera política despegue a gran velocidad y acabes en los altillos del poder, pero si robas para ti has de procurar que nadie se entere, solo eres un ladrón si te pillan, Enrique, es como la infidelidad conyugal”.
Bueno, y ahora, para no asustaros, os diré que todo lo que os he contado aquí lo he soñado mientras hacia la siesta, pero, ay …. por un momento me ha parecido que era un sueño real – No sé por qué tengo tan malos sueños, tendré que dejar de tomar Aromas de Montserrat o cosas parecidas que enturbian mis sueños y me vuelven frágil de mollera.
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Te honra tener una memoria selectiva que hace no acordarte ni de donde son, ni de donde vienen, incluso quienes son,,,,jejeje
ResponderEliminarSaludos!
Estoy atacado por la senilidad temprana, amigo Antonio. Nada grave, solo es pasajero, dicen que dura unos treinta años y luego desaparece, como algunos políticos.
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