10 mayo 2013
No hay mucho que contar. Tenía 84 y como buen argentino y político retirado, un verbo envidiable. Le conocí una buena mañana con un: “Oiga, yo a usted le conozco de algo” – Después, con el tiempo, descubrí que vivía en una de esas casas para vivir ubicadas dentro del universo de mis, siempre, queridas, construidas en mis mas de 40 años de profesión. Hace tres semanas, una buena mañana se encontró mal y se fue, no dio tiempo a mas. Hace días que no me lo encontraba en esos largos paseos por la Playa de San Juan de mis amores, hoy, en una de esas paradas prostáticas obligadas, me han contado el qué y por qué.
La realidad es burda pero sincera, te pone los pies en la tierra y te hace valorar mucho mas que ayer, lo que tienes, cada día más. Buen viaje, Aldo, espérame donde quedamos, ya sabes, en el bar de la primera curva que hay subiendo al cielo.
“Yo no sé repetir cómo entré en ella
pues tan dormido me hallaba en el punto
que abandoné la senda verdadera.”
Vaya lamento lo del viejo ex-ministro argentino como el decía ser....amigo cada vez hay más conocidos esperando en esa primera curva......pero debemos seguir haciendo kilómetros, no queda otra.
ResponderEliminarSi, seguiremos, Antonio, pero ya sabes aquello de que cuando un amigo se va ................
EliminarFeliz sábado
Claro Enric,,,
ResponderEliminar