A dios rogando …
24 enero 2014 + 20 junio 2013
Arturo, hoy, se ha hecho amigo de Juan, el jubilado sin Norte, y cuando se ha puesto la cafetulia mas caliente ha sido cuando se nos ha ocurrido poner sobre la formica el asunto de los recortes en las pensiones. Arturo se ha encendido, le hablaba al televisor, estaba para que le diera un ataque. “Si las bajan o las reducen a la nada, cojo el fusil y empiezo a pegar tiros”, eso solo era al principio. Pepe, Juan y hasta la Loli, que ya le queda poco para empezar a soñar con cobrarla, (la pensión de jubilación), estaban exaltados …Juan, lo razonaba: “No, no lo entienden, no nos pueden recortar nada, nos lo deben. Nosotros ya la hemos pagado por adelantado. Coño de pacto generacional que nos vendieron, son unos cabrones”
A mi, tras escucharlos sin necesidad de contarles nada, les escuchaba y me daba cuenta de lo que no sé si nadie sabe o no quiere, ver. Maltratar este modelo de pensiones afectando a los que ya se la han ganado, es mandar a tpc todas las creencias del modelo social que hemos alimentado desde que nacimos. Es la destrucción de un pacto, es el asesinato mas vil que cualquier Sociedad puede cometer, si, maltratar a nuestros viejos después de habernos servido bien. Un crimen más de esta moderna derechona que no sabe ni por donde va, pero que no olvida de donde viene.
Y eso hay que unirlo al hecho de que quieren ir bajando las pensiones según la esperanza de vida, o algo así. Vamos, que mientras más años dures más pobre vas a ser. ¿Qué será lo próximo? :/
ResponderEliminarNo lo sé, amigo Antonio M. Me preocupa la pasividad del personal ante tanta injusticia.
EliminarAún hay quien piensa que todo esto pasará por generación espontanea, no pueden creer lo que les está ocurriendo y esa falta de reacción será su ruina. Nuestra ruina.
ResponderEliminarEso es lo que creo, Candela. Parece como si no fuera con nosotros. ¿Donde está nuestra sangre torera? Aasfixiante, preocupante y decepcionante.
EliminarYo supe lo que eran estrecheces y luché por lograr una vida mejor, si a la vejez volvemos a lo mismo, sé de lo que se habla. Pero ¿y nuestros hijos? ¡Qué ignorantes!
ResponderEliminarSi, María Luisa, totalmente ignorantes
Eliminar