23 junio 2013/ 23 junio 1978
Salimos a ver las “Fogueres de Sant Joan”, hay cientos por toda la ciudad, huele a carne a la brasa, a café, a vino derramado y a restos de zotal por aquello de que la madrugada ha sido larga y los grifos aún calientes, vuelven a repostar, pues se han secado a la velocidad con que se incrementan las listas del INEM.
Un coche junto a Cortefiel pita a lo burro, y el “barraquer” que estaba sentado en un banco frente a la Hoguera de Calvo Sotelo, se levanta como un autómata y grita: “Por Dios no pitéis que aún no he podido pegar ojo y me duelen hasta las cejas”. Mas allá una banda pletórica de fuerza y de salud, la que hay que tener para seguir tocando la “despertá” a las 9 de la mañana sin haberse acostado en toda la noche. Van como gregarios de Anquetil, al ritmo que manda el primero, y al del bombo, claro. Van como Zombis.
Los menos “festeros” están ahora, por la mañana temprano, de paseo viendo los monumentos “fogueriles” con sus mensajes y su arte de cartón de efímero goce. Es la hora de instruir a los “peques”, la de hacer fotos, la de trasladar la tradición a todos aquellos que se lo quieran creer, lo necesitan, son un pueblo de ilustres y felices festeros, y de alicantinos de “pro”, que no necesitan mas que unas palmas y un trombón para comenzar a desfilar.
Paquito el chocolatero se aleja, pero llegan los de Hernán Cortés y Alfonso el Sabio dando caña, eso es la fiesta por la mañana. De noche otra vez se desatarán las neuras de todos, se soltarán las tensiones, algún orgasmo ocasional y las vejigas en cualquier rincón, por todas partes se echarán un baile o un empuje si es que no me entra en cualquier rincón o portal oscuro. Es noche de alegría que no de fuego.
En Alicante se celebra las cosas cuando nadie lo espera, aquí la hoguera se quema mañana noche. Alicante es mucho Alicante, aquí se siente la dulce sensación de vivir aquí. Esta es la patria que yo quiero, llena de gente “semenfotista” cuando quiere y trabajadora e imaginativa cuando toca serlo. Aceitunas, esparto, mantas, mármol, zapatos, turismo y fiesta, mucha fiesta, ese es nuestro Alicante.
Feliz fiesta a todos. Yo, con permiso de ustedes, si, yo ya soy de aquí.
Genial, me encantan las hogueras.
ResponderEliminarUn abrazo Enrique.
Gracias Eva. Me voy a quemar la Hoguera.
EliminarSi no supiera de qué se trata, hubiera pensado en la Inquisición: hogueras, carne a la brasa...
ResponderEliminar¡Felices fiestas!
Gracias, María Luisa. Me voy que la van a quemar sin mi.
EliminarPues claro que sí: eres de aquí y a veces mucho más que los que han nacido aquí. Un abrazo, paisano!
ResponderEliminarGracias Alacantí. Un honor verte por aquí y uno mayor, seguirte.
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