20 junio 2013
Hay imágenes que, sin que podamos evitarlo, se instalan en nuestra retina para siempre. la que hoy he traído aquí, en la cabecera de este lamento, tiene mucho que ver con ese basta ya que todos llevamos dentro y que unos por edad, mucha o poca, y otros por falta de formación democrática, nunca trasladamos a la expresividad mas llamativa. Rebaños somos, pastores son y perros pastores nos vigilan para que no nos salgamos de la manada, ni nos desmandemos. Mangueras de agua, porras y pelotas de goma, unas veces y Recorte tras Recorte, otras, minan nuestra independencia, nuestra calidad de vida, nuestra libertad y, a veces, hasta nuestra capacidad de pensar. Los jueces que condenan a los Intocables son mandados a galeras, los de La Casta, unos, nos entretienen con estúpidas e innecesarias, cuestiones independentistas y, otros, con esos criminales alegatos visionarios de la presencia del final de un inexistente túnel, cuando olvidan a esas seis millones de almas que andan buscando empleo. Si, aunque sea de modo virtual, yo me apunto al firme paso que la nueva heroína de la libertad muestra en la imagen, su vestido azul y su acierto al pisar sobre las ruinas de un siniestro estado decadente, contrastan con el rojo de antaño y el azul gaviota de algunos de los de hoy ¿A que esperamos para arrancar con los cambios? ¿Nos falta ideario? O es que no hay jóvenes en este país con capacidad para orquestar la Reforma del Estado ¿¿¿…???
Me gustaría que no se hubiera domesticado a la juventud española pero los acontecimientos me demuestran otra cosa. ¡Lástima!
ResponderEliminarLástima, María Luisa, si. Quizás tengamos que seguir insistiendo.
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