"Apenas me veía despierto se lanzaba sobre mi y me lamía toda la cara. Yo no podía vivir sin ella y ella parecía que no podía hacerlo sin mi. Nos teníamos el uno al otro, era mi consuelo y nunca llegué a imaginar que la quería tanto. Me he vuelto a quedar solo, Enrique"
Juan estaba llorando, si, todo un hombre de 74 años, estaba destrozado. Blanca, esa vieja perrita que adoptó hace 16, había muerto llena de tumores y de dolor. Cuando veo a alguien que, como Juan, derrocha dolor y sentimiento por un animal, pienso que, igual que me pasó a mi, aún tenemos remedio, y eso, aunque pocos podamos decirlo, ellos, esos animalitos ... nos enseñan tanto y tanto que nos hacen más humanos, más personas, si, a veces más, mucho más, que muchos humanos.
Enviado de Samsung NOTE II
Se llegan a querer muchisimo....porque asi como dices, son mejores que muchos seres humanos.Su inocencia nos duele cuando se van. Un lindo fin de semana Enrique.
ResponderEliminarGracias idolidia. me alegra verte por aquí. Feliz sábado.
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