17 octubre 2013
Le contaba hace un rato a mi amigo EKK, contestando a uno de sus siempre certeros comentarios sobre el artículo de ayer, Sinceridad, advirtiéndome que eso de tirarse en la sala de espera de urgencias de cualquier Hospital, reclamando atención, puede resultar un grave accidente, que el chaval que me lo contaba lo hizo en serio, pero yo me lo tomé a guasa y administrando, a la vez, la idea que tienen los chavales de como combatir los defectos que esta sociedad del bienestar viene mostrando cada vez con mayor intensidad.
Un Hospital importante de Alicante, privado, en urgencias tiene a cuatro médicos que no dan abasto a atender a todo aquél que allí se acerca. Pasas horas en la Sala de Espera sin que ten aviso alguno. Médicos mal pagados, horarios imposibles y muchos extranjeros que aquí, afortunadamente, han encontrado un empleo. Si un Privado muestra esa cara .... ¿cómo no será la Pública? …
No obstante y aunque yo me reconozco un pronto malo, quiero decir que me sale el genio ante cualquier menosprecio, desconsideración o falta de actitud de servicio público de quien lo debe demostrar, hoy, sin ir más lejos, así ha sido. Por una emocionante y dolorosa reacción a una determinada vacuna, me he visto obligado a ir a mi Centro de Salud en mi Barrio, con síntomas declarados y promesa de atención inmediata por parte del médico, de la “Directora” de Recepción, cosa que no ha sido así.
Mi médico ha llamado a cuatro citados previamente, pasando de mi y cuando ha citado al quinto, tras 40 minutos de inatención me he ido. Supongo que algunos médicos de la Magnífica Pública, en general, están hasta el gorro de como les tratan y de como les mandan, seguro, también será cierto que cualquiera que no quiera esperar tres días a una cita con su médico, se presentará en los Centros de Salud diciendo que se están muriendo, para ser atendidos con rapidez, pero no es mi caso, ni lo ha sido nunca y como yo hay mil que nos pasa, siempre, lo mismo ¿Cómo quieren que no acudamos al Servicio de Urgencias del Hospital General, me decía un compañero de problema, esta mañana? – Lo que menos entiendo es su actitud, la de los Médicos, la de algunos médicos, no sé, a veces creo que nos tratan como si nos estuvieran haciendo un favor, que en algunos así es, es cierto, pero en otros, seguramente los menos, no, y eso, yo, es lo que no entiendo.
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Desgraciadamente visito con frecuencia tanto hospitales y centros de salud, y te diré, Enrique, que te encuentras de todo.
ResponderEliminarA mí lo que más me asusta (porque irritada llevo ya mucho tiempo) son las medidas que toma el gobierno en materia sanitaria: copagos, impagables; merma en el personal, en el material; innecesarias largas listas de espera para que no pongas objeciones cuando te desvíen a la sanidad privada que, dicho sea de paso, se está haciendo de oro a costa de los impuestos de todos los españoles. Es una vergüenza cómo hemos pasado de temner una sanidad pública modélica a una sanidad tercermundista.
Perdona, no sigo porque me pongo más enferma de lo que ya estoy.
Un abrazo
El tema de la Sanidad Pública, MJ, es para escribir un honroso y largo libro de debate pero tienes toda la razón. Nosotros, los que nacimos en los 40, soñamos con llegar hasta aquí para ser los beneficiarios y nos encontramos con este despróposito. No obstante, mi asunto de hoy no quería hablar de la Sanidad Pública y su calidad, no, hoy pretendía dar a conocer la nefasta actitud de algunos médicos que sin que nos lo merezcamos, a veces, nos tratan como ganado. Sanida Pública: SI. Acomodados a la vida funcionarial: NO. A mi me enseñaron que la vida de un funcionario y la de los médicos en especial, debe mostrar vocación de servicio público y eso, por desgracia, lo veo en muy pocos, aunque es cierto que a los que a mi me tratan, (enfermedades raras, Neurología y Neumología), son unos verdaderos héroes. Entiendo que este País, y termino, contestando a tu comentario sobre la decadencia de la Sanidad y de la Educación Pública, dará un vuelco importante sobre estos asuntos, en las próximas elecciones generales yo, al menos, así lo espero. Dos largos años, si.
EliminarFeliz noche y un honor verte por aquí.