04 enero 2014
Seguramente no fue la mejor Radetzky de la historia, ni su director, aún y siendo uno de los grandes, no es un especialista en estos argumentos, pero lo que sí resultó en este precioso, docente y , como siempre, muy populista concierto de Año Nuevo de 2014, (Viena), la mas original de todos los tiempos. Se distinguió porque el director apenas la dirigió, solo se dedicó a saludar, uno a uno a todos los miembros de la orquesta lo cual pudio hacer con gran dificultad y chipiflauta del personal. A mi, no obstante, me encantó.
Fue un concierto excelente, con una dirección perfecta y unos intérpretes que son maestros de instrumentos y temjpos. Y, desde luego, La Marcha Radetzky ¡especial!, inmensa y cercana a los espectadores! Un lujo que, al menos, una vez al año es imprescindible.
ResponderEliminarUn abrazo, Enrique.
Eso es, amigo Campillo, excelente. Música,,realización, danza, imágenes, ... espectáculo y especialmente formativo por ser tan brillante. Atrae a nuestros enanos y eso es, quizás, lo esencial para que la música no muera nunca.
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