08 enero 2014 15/11/12 20 agosto 2016
Llegado a este punto, quiero decir a esta hora tardía, la vesprá, y ya empieza a pesarte el teclado, el teléfono gaes y hasta las gafas de no mirar, cuando empieza a darte miedo irte a por otro café, no sea que te de un jabacuco tensional, decides que es hora de hacerte un homenaje y no hablo de lo que podéis pensar, no, hablo de cosas emocionales e inmateriales. Ayer me metí en el cuerpo un concierto del Rieu que me dejó con ganas de montarme en las nubes y no bajar nunca más por este campo de hierba negra. Hoy, sin darme cuenta me ha dado por mi espacio latino, ese que me hace llorar cuando navego y reír cuando llego a mi especial Isla del Atlántico. Me voy con mi barco a mi isla y este es mi barco de hoy, una canción contando en verso una vida y una historia de la que todos debiéramos aprender mucho, especialmente a no llegar tarde. Una maravillosa canción:
enriquetarragófreixes
Amigo Enrique, tus palabras son especiales, tan especiales que merece la pena leerlas más de una vez. Tu reflexión me parece magnífica y, magnífico me parece el vídeo que has adjuntado.
ResponderEliminarUn gran abrazo, amigo Enrique.
Gracias, amigo Campillo. Eres muy amable y considerado conmigo. Un aficionado a tu lado y que gusta mucho el leerte. Un abrazo-e.
EliminarTu si que sabes amigo,,,, Sabut! Jeje
ResponderEliminarGracias, argy, pero ya sabes, solo sé que no sé nada. Feliz viernes la nuit.
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