11 julio 2014
Terminando mi último bostezo informativo y recordando que ya no encuentras alegría en las conversaciones de todos aquellos jóvenes que pasan de los cuarenta, (los más jóvenes no saben de lo que les hablo, pues para ellos este modo de vida en casa de papá y mamá y el “vive hoy que mañana ya veremos”, les parece normal), diré que uno de esos amigos, médico él, de los que cree que la Sanidad Pública debiera ser lo que debiera ser y no lo que es, me cuenta que en los Hospitales Públicos, mientras se cierran plantas con camas hospitalarias, se adecentan y agrandan despachos de los Consejeros, Directivos, amigos del poder, agregados y otros vividores de la vaca Pública española para escarnio de quienes debieran quejarse y denunciarlo, cuando, por contra, solo protestan cuando le quitan algún privilegio y es entonces cuando nos sueltan el sospechoso vociferio de “No nos mires … UNETÉ”. Nos va a costar cambiar este País, pero alguien debiera hacerlo y pronto, la metastatización de todo lo Público, es un hecho y, entiendo, que no todo es culpa de quien dirige, creo que algo tendrán que decir los dirigidos y hasta si podemos, (perdón), algo deberían o deberíamos, hacer los administrados y lo más inmediato, como mínimo, será no votar a quien siempre nos engaña.
Ja ja ja, que bueno eres!!! Pues debo darte la razón, podemos (perdón) y debemos decir algo y tener claro a quienes no hay que dar una nueva oportunidad.
ResponderEliminarBesotes, chico listo.
Ves, detalles, eso es lo que nos toca hacer, predicar aunque sea, a veces, en el desierto. Debo reconocer que lo de podemos y el perdón, lo aprendí de ti, de tu magnífico blog.
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