30 abril 2015
Me movía dentro del mundo de los sueños envuelto en un sudor frío mientras hurgaba en esa parte de ellos donde viven el dolor, los sentimientos heridos, la precariedad de la vida, la incomprensión y el hartazgo por algunos comportamientos humanos. Decidí salirme de ese sueño y meterme, dos nubes más allá, en el que comparto deseos, ilusiones y cariño con esos niños de mi vida. Busqué en los cajones de sus aventuras y en el de su ilusionismo surrealista y allí encontré la goma de borrar los malos sentimientos, y en especial todos los malos sueños. Retrocedí, saltando por esas dos nubes y volví al primer sueño y borré donde había hurgado con pena y dolor todo aquello que me impedía soñar en paz. Lo hice y mi cara se convirtió en sonrisa y mi sueño en un nuevo cielo.
Todo tiene remedio, si se quiere ... incluso en los sueños.
Enviado desde mi Note 4
En definitiva amigo Enrique, te pusiste las gafas de la felicidad, que es lo que dice Rafael Santandreu en su famoso libro
ResponderEliminarUn abrazo
Justo, sabio amigo. ... y, creo, que a tiempo.
EliminarUn abrazo, toni.