16 agosto 2015 - 2016
Hablábamos, esta madrugada, las gentes del café amargo con sabor amargo y color amargo, que llega una era dentro de las etapas de la vida en las que sentirte, simplemente, ya es mucho. Otros, los del café sabroso, los del necesario sentir de ese imprescindible olor a madrugada, esos, los que más derecho mantienen su espíritu, los que ansían el devenir de lo que la vida les quiera ofrecer ... esos que aspiran y aspiramos a tener la suerte de sentirse, de sentirnos, simplemente sentirnos ahí, esos también decimos que ya es mucho.
Hablábamos, esta madrugada, las gentes del café amargo con sabor amargo y color amargo, que llega una era dentro de las etapas de la vida en las que sentirte, simplemente, ya es mucho. Otros, los del café sabroso, los del necesario sentir de ese imprescindible olor a madrugada, esos, los que más derecho mantienen su espíritu, los que ansían el devenir de lo que la vida les quiera ofrecer ... esos que aspiran y aspiramos a tener la suerte de sentirse, de sentirnos, simplemente sentirnos ahí, esos también decimos que ya es mucho.
Unos y otros coincidimos, la vida es tan bella, sea cual sea su delgadez, y tan corta, que vivir el día después no es solo un gran logro, a veces parece un milagro, un dulce y repetible milagro al que intento aferrarme como si lo hiciera a ella misma, a la que hace posible que me pueda sentir así. Ojalá pudiera yo desviar y asumir todo su intratable dolor, ese dolor tangible que le quita la vida.
Enviado desde Note 4
enriquetarragófreixes
Hola. me encanta leerte. Describes los sentimientos como nadie. La vida pasa muy rápido pero tenemos que valorar cada instante...Seguimos en contacto
ResponderEliminarGracias, Marta, me encanta escribir, soy de ciencias y nunca pude hacerlo o no tuve tiempo para continuar lo que empecé en mi juventud preuniversitaria. Ahora ... también me gusta que me lo digas lo que me dices.
EliminarUn abrazo