18 septiembre 2015
Un buen amigo de las madrugadas, Antoine, que presume a todas horas de vitalista, me decía, en ésta de hoy y con cara de no haber dormido en toda la noche, eso tan conocido de ...¡¡Por fin es viernes!! ... y a mí que me ha pillado tomándome un doble de Permixon acompañado de vaso de agua con un disuelto de Neobrufen 600, tras una breve meditación sobre si debía contestarle o no, he decidido hacerlo y lo he hecho de esta guisa: "Hace ya demasiado tiempo, mon cher ami, que descubrí que ansiar la llegada del futuro, por próximo que pareciera, era un error de novatos ... o de ilusos" - Y cuando terminé de decírselo, sin decírselo, me pregunté sobre cuando y a que edad, se aprende a valorar el hoy ... ¿O es solo un problema de condición y estado, saber apreciarlo, al margen del calendario de cada cual?
Cuando las dudas fluyen, me decía mi Santa Madre, es que tienes décimas de fiebre o de algo más, hijo. Menos mal que a menudo y repetidamente, me leo el no te rindas de Benedetti ... por cierto, os lo recomiendo como de lectura diaria a partir de la primera décima ... imprescindible.
Hola. el no te rindas lo tenemos que aplicar a muchas facetas de nuestra vida... Creo que empezamos a valorar el hoy y vivir cada momento a medida que nos hacemos mayores y tenemos madurez... en ese momento en el que relativizamos los problemas y damos importancia a tener salud y vivir con lo esencial... todo lo demás tiene remedio... seguimos en contacto
ResponderEliminarUn gran resumen, Marta. En eso andamos.
EliminarUn abrazo de viernes