............ Imagen de la Barcelona Antigua de mis amores
(Calle de les Caputxes. Barcelona 1945)
08 septiembre 2015
Me maravilla ver con que ingravidez ... y, también, falta de moral, puedo ver en una cadena de tv como una estúpida e inmadura muchacha muestra su casa en la que el color dominante es el rosa y los adornos son muñecas y otras maravillas del culto a lo inútil, mientras que en otra cadena consiguen que se haga un nudo en mi garganta cuando veo la caravana humana del éxodo sirio en el momento en que son aplaudidos por austríacos y alemanes a su llegada a la, para ellos, tierra prometida. Y yo ... en mi mundo ... y, extrañamente, sigo en él porque me gusta.
Paso la puerta que da al jardín y veo a lo lejos a esa estupenda y joven vecina que viene hacia mi, carpeta de ejecutiva bazo el brazo, ropa seria y escasa de cintura hacia abajo, mostrando una coquetona y seductora sonrisa de oreja a oreja. Mientras escondo vientre, levanto cabeza y muestro mis lindos y renovados dientes, ella llega y me dice ... "Le veo muy bien, Don Enrique, pero vaya con cuidado no se vaya a caer que el suelo está muy mojado" - He sentido lo mismo que cuando mi querida y guapa, Médico Rehabilitadora del HSJ me dice ... "Ya no es sólo su enfermedad, Enrique, es que usted ya tiene una edad". Y yo en mi mundo de hoy ... y eso, curiosamente, me gusta, es decir, me gusta vivir en él.
Voy al Ateneo, derrotado cual toro con rejón de muerte antes de salir a la plaza, y allí encuentro mi norte ... "Fotre, Enrique, que guapo vienes hoy, coño, tan morenazo, pelo plateado y con esa cachava oro viejo, pareces un jeque árabe disfrazado de guiri en Marbella" - me dicen a la vez, Juan y Pepe ... encantadores, como siempre … y me gusta que lo hagan.
Reflexionaba sobre la realidad vital y que esa es la que tienes ahí donde vives y quieres vivir ... y es que no hay nada mejor para no sentirse perjudicado, que jugar al juego de la vida que corresponde a tu categoría de alevín veterano y hacerlo, siempre en ella y en tu jardín más cercano, en tu campo ... lo demás ya no está a tu alcance, tus preocupaciones no resuelven nada que puedas arreglar, tu grano de arena ya no cuenta ... ya lo echaste en su momento y no fue solo uno ...
Mientras eso se arregla en mi y en todos nosotros, gritemos todos a una: ¡¡Sursum Corda!!, démosle ejemplo a quienes nos tienen que suceder para que aprendan a valorar lo que tienen y cruelmente, a lo que pueden perder si no saben hacerlo.
Enviado desde Note 4
Hola. un gran consejo ese de valorar lo que tenemos y jugar en la liga vital de 'nuestro entorno'. Seguimos en contacto
ResponderEliminarVoy a aplicármelo de inmediato, Marta ... gracias por el reconsejo.
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