23 diciembre 2015
No, no es el día de la salud, como dicen todos aquellos no agraciados con algún pellizquito de los premios de la lotería, no, hoy es el día para todos aquellos que les ha tocado el gordo o algún premio que los saque de la ruina en la que viven muchos de los agraciados; hoy es el día en que descubren que tienen familia, amigos y muchísimos admiradores con problemas económicos por resolver. Decía una de las agraciadas en TV … “Ahora, aunque me han ignorado siempre mis hermanos, les ayudaré a tapar algunos agujeros … son mis hermanos“. Pero es en la cola del pan donde he encontrado las mayores razones de por donde va el sentir de la gente que pinta canas y se hace permanentes en las peluquerías de siempre, ahí estaba la señora del director de conservación de la urbanización donde vende la lotera, para contarnos que … “Ay, ese pobre negrito que le han tocado 400.000 € … seguro que vendrán esos falsos protectores que acabarán robándole el dinero … igual que le pasó a la Velén Hestevan con su representante“. Una compañera anónima de la misma cola nos cuenta que sufre por esa pobre abuela que vive en una Residencia y que la ha tocado un buen pellizco … “Seguro que ahora vendrán sus hijos a pedirle que “por favor, Mamá querida, vuelve a vivir con nosotros“”.
La vida es lo que es y yo quiero creer que los viejos no son mal pensados por naturaleza, no, solo será que se han vuelto desconfiados por alguna razón que por mi condición y situación, intuyo, pero ignoro.
Los viejos no son mal pensados, tienen experiencia, y ya han aprendido. Y suelen tener la generosidad de perdonar a quienes, desprovistos de memoria, les toman por nuevos ;)
ResponderEliminarAbrazos, Enrique.
Claro que es así, dulce EmeM. Para mi, no obstante, es la representación de la crueldad humana más dañina.
EliminarFeliz tarde/noche, amiga.