Fotografía de Christopher Anderson
31 mayo 2016
Recuerdo que un día, siendo yo muy chico, le pregunté a mi Madre: ¿Cuándo sea mayor podré vivir donde quiera? ¿Podré hacer lo que quiera? – Claro que sí hijo, respondió ella – Y yo, entonces, contrariado y asustado, le apostillé… ¿Tú estarás conmigo, verdad? – Y ella durante unos instantes, me miró y como si fuera a decirme algo … sonrió, solo sonrió. Muchos años después de aquello … ahora soy yo el que sueña con ese mundo, con esas preguntas … y sonrío, solo sonrío … como si quisiera decir y decirme, algo.
Querido amigo ENrique, no pierdas nunca la sonrisa, de ilusión también se vive
ResponderEliminarCierto, en eso estoy amigo Toni.
EliminarUn abrazo muy fuerte.
Emocionante y tierno, Enrique. Y la foto espectacular.
ResponderEliminarBesos
Esas nostalgias madrugadoras me obligan a creer en algo que antes no sé si creía, Celia.
EliminarUn abrazo, amiga.
Alguien sabio dijo una vez que si somos capaces de imaginarlo eso es porque existe. Un abrazo,
ResponderEliminareso mismo decía mi Madre, amigo mimarzgz, ella creía que si creías ser feliz era más importante que serlo.
EliminarUn abrazo