Robert Doisneau
07 agosto 2016
Me acordé de ella nada más despertarme. No la sueltes nunca y nunca es nunca. Morir de amor es un deseo juvenil, mas tarde es una necesidad.
“Y me permito hacerles un ruego: si en algún momento tropiezan con una historia, o con alguna de las criaturas que transmiten mi libros, por favor créanselos. Créanselos porque me las he inventado”. (Final del discurso de Ana María Matute al recibir el Premio Cervantes 2010)
Buenos días Enrique,supongo que te habrás hecho la pregunta,como yo, del porque lloramos y entristece la muerte de un ser querido..el que se va antes que nosotros, porque no suponemos que se ha liberado del sufrimiento de vivir padeciendo? a santo de que tanto llanto y negatividad, cuesta lo mismo pensar al revés y hacer una fiesta de despedida, y sin embargo nos aferramos a un clavo ardiendo..algo hacemos bien
ResponderEliminarUn abrazo
Quería decir algo hacemos mal
EliminarTotalmente de acuerdo contigo, amigo Toni, algo haremos mal, pero será un problema en la formación de nuestros genes la que nos lleva a ese sentimiento.
EliminarYa sabes lo que dijo Benedetti ... "Después de todo la muerte es sólo un síntoma de que hubo vida".
Un abrazo, amigo y duro con eso del 100ipico, sois todo un ejemplo a seguir.