09 noviembre 2016
Arturo, uno de mis ilustres compinches en zona cafés de madrugada, junto al final de la Rambla, versión tres punto cero, me habla hoy de lo feliz que se puede ser queriéndolo ser. "No hay quien pueda conmigo, Enrique, solo la muerte y de momento ni la quiero, ni la espero. No me meto con nadie, ni quiero que nadie interfiera en mi vida. Tomé esa decisión el mismo día que mi querido Director Regional me dijo: Arturo, la reestructuración del sector nos obliga a ... bla, bla, bla... en fin, mañana no vengas. Y a mis 59 le eché valor, paciencia, paro y ... mucha felicidad. Pensé ... ¡¡¡ellos se lo pierden!!! y aquí estoy, hecho un brazo de mar, disfrutando y viviendo, cosa que nunca hice por culpa de la maldita y poco agradecida responsabilidad en el trabajo que tanto apliqué a mi vida en detrimento de mi tiempo libre y el de mi familia".
Vaya, tras varios días de confesiones crueles sobre vidas desaprovechadas, relaciones inestables, sufrimientos, infidelidades y amores perdidos ¡zas! tuvo que ser Arturo el que aportara esa página de felicidad que ya empezaba a añorar en ésta. Maravilloso día ... será. Tomaros algo ... pago yo.
Enviado desde S6+Edge
enriquetarragófreixes
Debemos sacar lo positivo a cada cosa que nos suceda, aunque a veces sea difícil.
ResponderEliminarBesos.
Esa es la actitud, amiga Tracy, otra cosa es conseguirlo.
EliminarUn abrazo muy fuerte
Qué bien, Enrique. Yo ando buscando un poco de esa paz.
ResponderEliminarNo entro mucho últimamente por los blogs por problemas.
Besos.
Sin saber qué, sufro contigo amiga Celia.
EliminarMucha sabiduría veo yo en Arturo, ojalá más gente lograse abrir los ojos de esa manera. Porque claro, luego pasa que la 'triple C' llama a nuestra puerta, o con suerte a la del vecino, y justo nos damos cuenta del error que cometimos no dedicando nuestro tiempo a lo que de verdad queríamos.
ResponderEliminarUna gran reflexión amigo Holden ... ese sería el mensaje final.
EliminarUn abrazo muy fuerte líder de los blogueros de mi Red
Soy de pensamiento parecido a tu compañero Arturo, y de hecho creo que cuando me ocurre algo "malo" es porque la vida busca enseñarme algo nuevo y bueno. Así que voy por el camino con esperanza e ilusión porque ya lo dice el refrán no hay mal que dure mil años.
ResponderEliminarCuando otros te cuenten lo mal que va su vida, desconecta un poco y no dejes que ese "sufrimiento" ajeno se haga dueño de ti. Piensa que quizás ellos no supieron ser como Arturo, y ese no es tu problema querido Enrique.
Cuídate mucho, y vete poco a poco.
Un abrazo.
Tu comentario tiene peso en plata querida Tania. A pesar de tu juventud muestras gran experiencia y juicio en tus comentarios.
EliminarFeliz viernes trabajadora incansable.