viernes, 30 de diciembre de 2016

Arreglando el cuarto de los trastos perdidos


30 diciembre 2016

Parecía una buena idea y lo fue, cuando en plena noche decidí bajar a ordenar mi viejo trastero repleto de viejas cosas, de viejos libros de aquel ayer y de tantos y tantos reproches hechos a cada vivencia en la que creía estar pecando. Viejas fotografías en b/n y otras en ese peculiar color desgastado de las de primera generación, viejas y heredadas pinturas que estaban en aquellos inolvidables lugares de esa vieja casa que me vio crecer, viejos aparatos de radio, cajas con videos grabados en formatos que hoy suenan a arqueología romana, viejos y polvorientos trofeos de no sé qué olvidada gesta profesional, ese viejo Dualette 77 que daba música a mis fiestas de los 60, esa no menos vieja Olivetti Lettera 32 bien guardada en su maravillosa funda, algún mueble viejo tapado con su blanca sábana de rigor y mucho polvo, extraordinario elemento cruel que da color y calor, a tantos y tantos recuerdos.

Pensé, tras un par de horas de tiempo robado al sueño madrugador, que algún día debiera bajar a quitarle el polvo a tanto recuerdo, especialmente por aquel reproche que te lanzan como cuchillos los más queridos con eso de ... "Papá, cada vez que bajas a tu mundo de los recuerdos, dejas huellas por todo el recorrido". Pero no, he decidido ya hace mucho tiempo no quitarle el polvo a nada que forme parte de mi museo arqueológico, (como así le llaman o debieran llamarle, los mios), no, ese polvo encima de mis viejas cosas le da ese color que me gusta y que ojalá pudiera dárselo a todo, cuando se trata de darle culto al pasado ... a un pasado feliz, a un pasado que es feliz como pueda serlo el presente y que espero lo siga siendo en el futuro, pero darle "cancha" a eso que fue "lo nuestro" es algo que me niego a abandonar, sí, es algo que a la Sociedad del Poder vigente y, (lo más preocupante), del que viene, parecen haber olvidado por completo y eso sucede sin que nadie de los viejos rockeros que sufren la esencia de ese castigo, queramos o sepamos, reconocerlo ... ni podamos impedirlo. Quizás debamos confesarnos más a menudo ... dicen que ayuda.

Besos a todos y todas en este último viernes de año ... un mejor futuro nos espera ... ¿Verdad?



Enviado desde S6+Edge



enriquetarragófreixes



4 comentarios:

  1. Si te invade la nostalgia solo con cosas intangibles no quiero ni pensar que habrá sido con los trastos físicos. Déjalos como están, no le limpies el polvo porque esa pátina de vida es algo así como el papel de celofán que envuelve el regalo de nuestros mejores recuerdos. Feliz viernes.

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    1. Eso creo, amiga Paz ... eso quiero creer.
      Un abrazo muy fuerte y feliz viernes

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  2. De algún modo es posible que en los viejos objetos de nuestro pasado siga latiendo la vida... Quizás sea asi... Al menos para nosotros.

    Te deseo lo mejor en el nuevo año. Un fuerte abrazo

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    1. Así es amigo Ildefonso, laten, viven y hasta suelen mandar invisiblesi e inaudibles mensajes, solo el alma los siente.
      Feliz Nochevieja amigo.

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