20 diciembre 2016
Juan, como todas las Navidades desde que enviudó, las pasa solo. Su hija vive en Madrid, pero este año, como todos los últimos diecisiete, (desde que se casó la niña), las celebran en casa de sus suegros en Birmingham de donde es su querido marido. A Juan nadie debe recordarle que cuidó de su mujer y su hija con dedicación. Su empleo de funcionario municipal en un pueblo de La Marina y su propia peluquería unisex, donde él acudía todas las tardes a cortar pelos a los más menudos, le dieron una economía con la que se permitió que su niña se fuera a estudiar al Reino Unido donde acabó echando raíces casándose con un diplomático de altura. Ella, la niña, nunca tuvo un afecto especial con su Padre y aunque sí con su Madre, su estatus social no le permitía mostrarlos en público con frecuencia alguna dada la "baja estirpe" de sus ancestros. Poco a poco, Juan se fue quedando sin hija y de un tremendo accidente quirúrgico, desde hace diez, se quedó sin su amada y amante esposa, Lina. Juan es un lastre para Sociedad de su entorno, solo los amigos del Ateneo le hacen un hueco todos los días para que muestre su afable carácter, su voz de barítono aficionado cuando se tercia, y su maravillosa forma de interpretar y recitar los poemas de Machado. Pero cuando llega Navidad cada gallina se oculta en su corral y Juan se queda solo ... con sus pantuflas, su manta a cuadros sobre sus enfermas piernas y su mando de la tv como único amigo para pasar su Nochebuena y su Día de Navidad.
Pero esta madrugada algo raro parecía suceder en la mesa del rincón bajo ese inmenso cuadro de "nosequién". Estaba nuestra inefable Loli cogida de la mano de Juan. Los dos sentados uno al lado de otro. Ella parecía hablarle y él con la cabeza baja parecía llorar, pero parecía que lloraba de alegría. Me acerqué, me senté con ellos, pregunté y, la Loli, mirándome como solo ella sabe hacerlo, me dice ..."Le he dicho que se venga a pasar las Navidades con nosotros, con toda mi familia y que somos un montón y que donde comen doce, comen trece, y el muy tonto se ha puesto a llorar".
No hará falta que explique nada más, sólo que la emoción del momento me arrasó como un vital y emocional tsunami de luz, de bondad y de muy deseable humanidad que hizo, en un gesto reflejo, unir mi mano a las suyas, bien unidas por una causa común ... la solidaridad ... eso, como decía una buena y virginal amiga mía, hace ya muchos años, es como bailar en la oscuridad.
¡¡¡ FELIZ NAVIDAD !!!
Enviado desde S6+Edge
Recuérdale a Juan mi post de ayer, que aunque sea a distancia en mi mesa habrá un sitio para el, solo seremos tres ya que sobran muchas, muchas sillas. Y nos haremos el propósito de no llorar, se nos empañan las gafas y aún hay mucho que ver. Feliz día y Feliz Navidad a todos tus alumnos y seguidos.
ResponderEliminarGracias amiga Paz ... la Navidad es para cada cual lo que cada cual quiere tener y sentir aunque sea en contra de su voluntad. Tú eres una persona admirable y eso lo es, siempre, en cualquier actitud, posición o deseo ... cada cual es como es y tú eres una persona admirable, querida amiga.
EliminarMi deseo es que mis palabras me retraten como soy, hacer lo contrario sería engañarme yo misma y eso de nada sirve. Y creo que se lo digo a una persona que sabe de lo que hablo porque ella es igual. Gracias amigo por estar siempre ahí y feliz noche.
ResponderEliminarFeliz noche, amiga Paz.
EliminarBellisimo texto
ResponderEliminarPasarlo solo es triste
Pasarlo con alguien
es un mundo de emociones
Hermoso cuento querid
de un día de Navidad
Gracias por tus palabras No hay nada mas bello que los piropos con flores
gracias
Piropos siempre merecidos para quien los sabe recoger, querida amiga Mucha.
EliminarUn abrazo muy fuerte