17 abril 2017
Sorprende que casi nadie quiera contarme otra cosa que lo de que ya estamos, prácticamente, en guerra; que el Trump en posturas y en gestos es idéntico al peor Mussolini de la historia; que la juventud vive caóticamente perdida, no esperando futuro alguno, y que mientras unos se dedican a espantar Cristos en la sevillana Semana Santa, otros emigran a Dortmund o a Lisboa, para aliviar su dolor y sus ansias de verse realizados.
Pero lo sorprendente de la madrugada no es el susto que provoca la guerra que viene en color amarillo o siberiano o troyano, no, lo que asustan - a ellos y a ellas - son los muslos de la niña de la Leonor, los cuáles mostraba mientras contaba - excitadamente a su querida Madre - que ha estado, sin marido, en unas vacaciones romanas con sus amigas de universidad, donde anduvieron recorriendo el mundo de la noche y algo más, algo que, al parecer, solo se puede contar a tres o cuatro íntimos con el consabido ruego previo de ... "Juradme que no lo vais a contar a nadie", pero que todos los de la mesa contigua y alrededores, lógicamente, prometimos incumplir.
Nada desvelaré que no podáis imaginar, claro, pero lo de acabar sentada en cuclillas a la puerta de la discoteca más de moda en la romana zona de Testaccio, nos puso los dientes largos - a unos y a unas - pues eso nos queda en otro mundo del que sabíamos que existía más cerca en los españoles de los 60, pero que siempre jugamos y juraremos , que nunca llegamos a conocer dada nuestra educación apostólica, cristiana y, también, romana.
Nada desvelaré que no podáis imaginar, claro, pero lo de acabar sentada en cuclillas a la puerta de la discoteca más de moda en la romana zona de Testaccio, nos puso los dientes largos - a unos y a unas - pues eso nos queda en otro mundo del que sabíamos que existía más cerca en los españoles de los 60, pero que siempre jugamos y juraremos , que nunca llegamos a conocer dada nuestra educación apostólica, cristiana y, también, romana.
El mundo, nuestro mundo, casi siempre es el que queremos recordar, pero nunca dejaremos de llorar de pena o alegria, por lo que viene, por lo que fue y por lo que es, y es que aunque parecen distintos tiempos ... no lo son. Ser mundano es lo que toca, no serlo ... será una gran estupidez ¿Verdad?
Enviado desde S6+Edge
enriquetarragófreixes
Sí, el mundo que recordamos, en el que estamos y ese en el que siempre o casi queremos estar; el ideal, el utópico, el feliz de Aldous Huxley aunque sea, como en el libro, sacrificando muchas cosas. Y para este último y quizá discrepe de ti, amén de lo mundano creo se necesita algo más, se llame como se llame. Una muy feliz tarde.
ResponderEliminarPuede que estemos de acuerdo, amiga María Paz, solo que yo lo he pintado de lujuria incontenida.
EliminarFeliz tarde
Admiro la facultad que tienes para enlazar unas cosas con otras aparentemente tan dispares.
ResponderEliminarAy, Tracy, me adulas, es bastante fácil para mi, tuve que dar charlas durante muchos años a Empresarios del mundo del ladrillo, da igual lo que digas ... jajajaja ... Se me entiende ¿Verdad?
EliminarComo siempre una entrada genial. Reflejo de tiempos pasados y actuales. Un abrazo Enrique
ResponderEliminarGracias Rubia ... ese contraste me encanta ponerlo en el lienzo siempre que puedo.
EliminarFeliz tarde, Rubia.
Genial y tenés razón
ResponderEliminarYo ya ni hablo de Trump me provoca picazón
La gente descontenta con mal caracter en todos lados.
El mundo está hecho una porquería !!!! si señor !!!!!
besitos con aroma a chiclets de menta
Besitos con sabor a mar, querida Mucha y, ah, el mundo es el que es, siempre ha sido el mismo ... o peor.
EliminarUn abrazo de media tarde, admirada poetisa
Me encanta esa forma en la que escribes.
ResponderEliminarUn abrazo
Y a mi tu Sevilla, querida Tania.
EliminarUn abrazo de martes
Me encanta esa forma en la que escribes.
ResponderEliminarUn abrazo
Y a mi tu Sevilla, querida Tania.
EliminarUn abrazo de martes
No hay un solo mundo, sino muchos... No tengo claro si mi mundo existe ya realmente...
ResponderEliminarUn abrazo, amigo
Esa duda me corroe, amigo Ildefonso ... yo siempre llevo un alfiler en el bolsillo para pincharme.
EliminarFeliz tarde
El mundo es tal y como lo recordamos y exactamente igual que como lo vamos a vivir.
ResponderEliminarMe apunto esta frase para la meditación de las charlas del Viernes La Nuit con mis colegas bohemios amantes de las letras, del baile y del copeo. Ya te contaré.
EliminarUn abrazo de viernes por la tarde
Hola Enrique! Que tal te ha ido la meditación? ;)
ResponderEliminarFue genial, cuando terminé de leer tu frase ... silencio absoluto ... luego apostillé en tono quijotesco: "Chicos, no estáis preparados para mis charlas, seguid leyendo y leyendo" ... jajajaja. Lo pasamos bomba, siempre, fenomenalmente bien, un buen grupo de viejotequeros, amantes de las letras, de la música y del tango ... y del ron
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