viernes, 25 de agosto de 2017

El amigo ofendido, la España de Franco y Beti bailando un tango venial



Fotografía de Peter Hujar  - Ese amigo que te malquiere

25 agosto 2017

La conferencia de anoche no fue como siempre, quiero decir que no fue rutinaria. El tema, La España de Franco, el fútbol oficial y la Elena Francis,  hacía furor entre los asistentes y, especialmente, entre los de la mesa de los desencuentros convenidos, como es habitual en los progres de salón, los cuales seguían soltando sus habituales entelequias recreándose en la pausa final, esforzándose en lanzar un orgásmico comentario postmoderno y esperando, como no, ese aplauso que siempre inicia alguien de la familia. Luego las copas, los amigos y algún nuevo compañero de farra, hacen que se olvide lo sucedido durante el día donde un buen amigo, que lo era y muy querido, sacó de tiesto una guasa lírica, carente de toda maldad, y aprovechó para sacar todo el veneno que, al parecer, llevaba dentro desde mucho tiempo … y lo dijo y escribió, así y dirigido a mi:
“Ya lo estáis viendo. Uno empieza hablando del concepto cartesiano de la duda y recibe a cambio una ensalada de aforismos silvestres y de chapurreos incomprensibles.
¿Que qué pasa? Pues pasa que eres muy desmañado escribiendo y tus pullitas no me hacen gracia. Pasa que tergiversas mis palabras. Pasa que no permito guasas de sandio a mi costa. En fin, pasa lo que ya suponía: que ‘no puedes aconsejar al ignorante, porque te tomará por su enemigo (Proverbio árabe).”
Chico, no debes preocuparte por esas cosas”, me decía mi sesentera amiga  Beti, mientras me ponía una mano en la cara y un brazo sobre el hombro: “Lo que nos debe preocupar, Enrique, es que vemos en los telediarios a una fila de niños muertos por una bomba química en Siria y ni pestañeamos, ni lloramos y ni siquiera dejamos de comer. Lo de tu amigo, déjalo, esa nota lleva mucho veneno y no es de ayer, qué va, eso lleva ahí mucho rencor enquistado. Mejor así, venga, tú no eres persona de tener enemigos, dame un abrazo” – Y al final, sin poderlo controlar, acabamos abrazados y bailando un tango venial y todo ello sin yo mover un solo músculo, un baile “quepaqué”. Fuimos la “admiración” y blanco de todas las miradas de la créeme de la nuit alicantina playera.


6 comentarios:

  1. y con lo difícil que es bailar nuestro tango ja... saludos...

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    1. Ah, amigo JLO, yo lo hago sin moverme de una única baldosa, es un tango muy especial, pero, ah, guárdeme el secreto.
      Un abrazo de viernes

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  2. Mejor así querido amigo. Nunca entrar en la provocación. Eso es lo que quieren los que creen llevar razón sin tenerla. Soy de la misma opinión que Beti. Feliz y buen viernes.

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    1. Bueno, amiga Paz, eso creo yo también, gracias a Beti y a ti, claro, seguiré en lo mío, en vivir mi vida lo mejor y más felizmente que pueda.
      Un abrazo de viernes

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  3. Me gusta todo lo que escribes
    porque son estados del alma y del ánimo

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    1. Tú que sabes ver con unos bonitos ojos lo que yo escribo, amiga Mucha.
      Un abrazo ... gracias y feliz lunes

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