Toni, el babeo sobre el cuello de mi camisa, la noche del orgullo gay y niño: ¿Bailamos?

10 septiembre 2017

- Todo está bien, no, si yo no me enfado casi por nada aunque sí por algo relevante y especialmente por las palabras, pero no era el caso anoche. Toni llevaba una media castaña de cuidado, babeaba sobre mi preciosa camisa blanca y me dejó todo el cuello lleno de mocos y restos de cubata que provocaron el pánico en mi Santa al verme con las marcas del desahogo sobre ella, (sobre la camisa). 

- Pero como iba yo a decirle a un amigo que te cuenta cosas terribles sobre el amor, la muerte, la separación, la infidelidad de uno y otra, de los hijos que no le quieren ni ver, de …, de …, de tantas y tantas cosas. 

- Siempre hay que tener un hombro donde echar las babas que produce la soledad, la angustia vital y el desencuentro con uno mismo. 

- Lo siento Toni, no puedo hacer nada por ti, le dije, pero todos te queremos … 

- Toni no se puso bien, no, pero seguro que le sentó bien que le pusiera mi camisa en su morro por donde le salía la rabia y las ganas de preguntarse por qué había llegado hasta aquí. …

- Paco, el de la música, lo arregló cuando nos puso esta hermosa y triste canción que, para la ocasión, era fatal, si, pero hizo que los dos nos pusiéramos a llorar como dos colegiales que han sufrido el primer desengaño amoroso, tanto que al final y para que no se pensara nadie que lo nuestro tenía que ver con la noche del orgullo gay, tuve que decirle a Toni: "Niño o te separas de mi o hacemos que bailamos, nos está mirando todo el mundo."

- Así es y así son, las noches de mis amores y, ah, que no falten nunca, por favor.

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