Imagen: Ildiko Stankulov
No me acostumbraba a la oscuridad, ni a la luz, ni al vino, ni a la leche, ni al tomate, ni al pepino, ni al pan sin tomate, ni siquiera a las palabras no habladas, tonterías de niño pijo, pensaba yo, pero sentirme volando al lado de ella me pareció lo mejor de mi sueño.
enriquetarragófreixes
Volar y en la compañía deseada, qué mejor mi viejo!
ResponderEliminarCasi un sinónimo de sueño.
Abrazo!
Así es, gracias, Frodo, comprendiste el mensaje.
EliminarUn abrazo de domingo
¡Y lo fue!
ResponderEliminarAsí es ... y dura, y dura, y dura ... y rezo cada día por que siga así, amiga Tracy
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