13 mayo 2018
Un médico papanatas, metido en copas, con funda de sesentón de sienes plateadas, delgaducho y guaperas, me estaba dando la noche hablando de las bondades de su sabiduría. Que si la plasmocitosis, que si los eritemas, que si una cuadriplejía y lo último fue determinante para mi cuando el guaperas dijo: “Existen casos que son tomados como mielomas cuando, realmente, se trata de un seudomieloma inflamatorio”. No llegaba a entender como le estaban, estábamos aguantando, pero ya se sabe, en las conferencias privadas y con copas en la mesa … es lo que toca.
Al final de la noche, un buen amigo, a veces pragmático y otras ecléctico, como yo, intentaba que le explicara por que narices me puse a hablar con el médico papanatas de Puntales, de Encofrados Deslizantes, de Jácenas, de momentos flectores, del esfuerzo a torsión y del cálculo de la flecha de un forjado con tanta energía que el papanatas no abrió más la boca en toda la noche. Y yo le contesté con cierto tono agrio y un esmerado retintín: “Ah, te has dado cuenta tú también ¿verdad?”. Me miró maliciosamente, sonrió y por lo bajo se le escapó un inaudible, pero entendible … “eres un pedazo de cabrón, Enrique”, que yo juraré no haber oído, ni intuido, jamás.
Nunca he entendido por qué un médico llama un cuadro febril severo a una fiebre de narices y por qué un político llama Bienestar Social a las Concejalías donde se abandona a los económicamente impudientes a su suerte. No aguanto las jergas, lo siento, no son más que una forma cualquiera de someter un ser a otro por razón e innecesidad, de su ignorancia.
DIGAMOS QUE ESE GUAPERAs HACE COMO LOS TOREROS, PARA LUCIRSE, con perdón hacia los toreros
ResponderEliminarSalud Enrique
Como los toreros y como mucos más, amigo Toni.
EliminarSalud también para ti.