19 abril 2022
Un día me enseñaron a bailar, al otro ya lo hacía sin mirarme los pies … y al otro se me olvidó. … “No se te olvidó, Enrique, cierra los ojos y baila ... déjate llevar” ... y mi enquiridión de los placeres aprendidos en mi época menos cuerda, me llevó al placer de saber aplicarme en la danza más sentida, en sus brazos, y con el alma envuelta en los lazos de la ya cuasi perdida memoria.
“Las palabras nunca alcanzan cuando lo que hay que decir desborda el alma” - Julio Cortázar
Adoro a Cortaza. Te mando un beso.
ResponderEliminarY yo también, Judit.
EliminarUn abrazo.
Qué bonito, Enrique.
ResponderEliminarTu bella prosa poética y Cortazar.
Me rindo a tus pies.
Abrazos.
Gracias, Maripaz, enrojecí.
EliminarUn abrazo.
Esa frase de Cortázar es sublime!! le he usado más de una vez, es realmente tan precisa, tan emotiva.
ResponderEliminarHay cosas que NUNCA se olvidan Enrique, quedan registradas en la memoria corporal.
En mi caso, no es olvido ...es que ¡Nunca aprendí a bailar! Bailo, obvio que sí porque nada me importa pero ¡SOY LO QUE COMUNMENTE SE LLAMA "PATA DURA" jajaj
Abrazo va
Pero seguro, aún y siendo "PATA DURA", que harás feliz a cualquiera que permitas que baile contigo, dulce Lu.
EliminarCortázar es único, será siempre único.
Un abrazo muy fuerte.
Esa frase la utilizo muchas veces, cuando las palabras son pocas para expresarse.
ResponderEliminarUna muy buena solución, Tracy
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