24 junio 2019
Hace tiempo, cuando empezaba a salirme pelo en el pubis del pensamiento, me gustaba escribir que el orgullo, las penas indolentes, la soberbia, la estupidez, el hastío por lo fecundo, la falta de horizontes, la rutina, la ausencia de objetivos, la impenetrabilidad racional, el estancamiento de los ideales, las dudas sobre el arrepentimiento de los pecados, la desdicha, el desamor, la incapacidad de sentir, el desprecio y, especialmente, la soledad de pensamientos comunes, hacen de la vida un imposible. Ahora, algunos años después, bueno, casi todos los que tengo, también.
Veo que por ti no pasan los años...
ResponderEliminarGracias Tracy, eres un ángel.
EliminarEso pasa cuando se es de ideas fijas ;)
ResponderEliminarSAludos.
Totalmente de acuerdo, Manuela.
Eliminar