06 julio 2019
Es de esas cosas que te cuelgan en el camino hacia el fin, sin que puedas evitarlo. Lo ves en los demás, día a día, año tras año, y, desde luego, siempre has pensado que eso es cosas de gente mayor, muy mayor. Un día, cuando parece que el camino no ha hecho más que empezar, uno de esos enanos que antes veías en los brazos de esos viejos, babeando estos sobre ellos, haciéndoles estúpidas carantoñas y alguna ñoñería más, resulta, sí, que uno de esos te coge a ti de la mano, te llama Avi y ahora eres tú el que babeas sobre ellos al mínimo aliento del enano.
Me hice mayor, me hicieron abuelo cuando parecía que apenas había iniciado el camino para serlo y ahora me parece entender, sin que entonces lo supiera, por qué siempre quise ser mayor. Se nos olvida, a veces, aquello que escribió Manrique … “Avive el seso y despierte …”
Me hice mayor, me hicieron abuelo cuando parecía que apenas había iniciado el camino para serlo y ahora me parece entender, sin que entonces lo supiera, por qué siempre quise ser mayor. Se nos olvida, a veces, aquello que escribió Manrique … “Avive el seso y despierte …”
