martes, 20 de agosto de 2019

Donde no hay esperanza, debemos inventarla



Fotografía de Platon Yurich
20 agosto 2019
– Hoy era día de médicos, un día nublado, el sol guiñaba alguno de sus lindos ojos mientras escupía fuego como si del mismo Belcebú se tratara.
– La cita a mi médico favorito de la sanidad pública, se postergó 16 días, hasta hoy,  pues los nuevos gobernantes que antes criticaban a los anteriores por sucesos así, resulta que no tienen presupuesto para pagar las suplencias en las vacaciones de los titulares. Llego al lugar citado y veo que en  la mesa de recepción del Centro de Salud, había más gente que en la cola de racionamiento de mi infancia.
– Los telediarios hablan de una mujer que al cabo de dos años que unos Okupas se adueñaran de su casa, un juez le ha dado la orden de poder recuperarla. Antes de irse, los simpáticos okupas se llevaron  sus muebles,  sus grifos y todas las cosas de valor que en esa casa ella tenía. ¿Justicia? ¿Dónde están los que se llenan la boca y los bolsillos cuando nos piden el voto para arreglar tan viejo problema?
– La gente de la Hispania más culta y popular, está más preocupado en saber si el tal Neymar acabará jugando en el Barça o en el Madrid, que en intentar entender por qué El número total de parados en España hoy es de 3.230.700 personas. o que Un total de 38 mujeres han sido asesinadas por violencia de género en lo que va de año
– Leo en un periódico que mientras los turistas que visitan Barcelona se ven robados y acuchillados, día a día y en valor ascendente, el que gobierna o dice gobernar esos lares de la tierra catalana proclama que: “Torra reclama al independentismo “asumir riegos” para una “confrontación democrática” contra el Estado” y “«Debemos volver a arriesgar, lo volveremos a hacer»
– Ah, por si había motivo de qué alegrarse, me voy al IBEX y, a esta hora, baja un 0,95% y se pone en 8.652,90.
– Busco al azar alguno de los poemas de José Martí y, no, no puede ser, me encuentro con La niña de Guatemala, la que se murió de amor …:
Callado, al oscurecer,
me llamó el enterrador;
nunca más he vuelto a ver
a la que murió de amor.
– Finalmente y dado el escaso margen para el optimismo que el día me presenta, decido inyectarme en vena una de las más apropiadas frases de Camus muy recurrente para días así: “Donde no hay esperanza, debemos inventarla.”
– Y yo, cogiéndome la frase de Camus como si de mi bandera se tratara, tan feliz en mi desdicha de hoy, me vuelvo a meter en el libro de mi vida, (bien alto, muy alto, muy arriba, donde nadie me vea), para seguirla escribiendo … tan feliz.

 

EnriqueTarragóFreixes

2 comentarios:

  1. Bajo esa bandera luchamos muchos porque la cosa está FATAL.

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    1. Pues ánimo, amiga Tracy, todo menos rendirse y votarlos, claro, si acaso: Botarlos.

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