26 enero 2020
Hoy toca una escena bloguera de amor musical ...
Hay músicos que por su especial forma de ser y de actuar, contribuyen de modo superlativo a la difusión de lo que, cada vez mas equivocadamente, se viene a llamar la música culta y digo equivocadamente por que esa es la forma de calificar a todo aquello que parece que es un “tocho” de difícil comprensión sin estudios o sin preparación previa para ello. Ese es el caso de Andre Rieu ese mediático violinista holandés que tanto ha hecho para que tantos y tantos como yo, nos hayamos introducido en ese mundo del que tanto miedo nos habían echo coger para no perturbar el silencio de los cultos y donde sigue dando miedo la contaminación del populacho aunque eso solo sea, cada vez más, un gesto estéril de la falsa progresía.
Si Rieu jugara al fútbol, ya lo habría fichado Florentino, pero hemos tenido suerte y este holandés contemporáneo, (1949), le dio por esto de la música y todos salimos ganando.
En la red hay muchos de sus conciertos, debidamente troceados y que, por el bien de la humanidad, debieran ser reproducidos con asiduidad en las escuelas. Hoy me he visto uno de sus conciertos, en formato HD, reproduciendo una de las grabaciones que me regaló Fernando, mi amigo de Pozuelo, hace ya algún tiempo. Hoy ha tocado: Andre Rieu - Concert Live At The Royal Albert Hall. Luego me he ido a YouTube y os he seleccionado este corto para que la tarde os sea mas placentera, efectiva y productiva. Cerrar la puerta del despacho, hacedme caso, subir el audio y darle al play del vídeo …disfrutadlo.
.Andre Rieu - Carnival of Venice 2010
Cada vez que me doy un atracón de cosas así, me acuerdo de mi querido MGG, al que los empleados le llamaban Don Manuel. Me acuerdo de él porque le salía una frase muy graciosa por cosas absolutamente distintas a las que motivan esta escena en mi memoria y en este momento. La frase no era gran cosa ni para un premio de las letras hispanas, era: “Yo no sabía ni que existía”. Pues lo mismo me está pasando a mi en esta cuarta era de mi vida, se me escapa esa frase demasiadas veces.
Buena música para acabar el día. Gracias.
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