25 febrero, 2020
Play, por favor …
25 febrero 2020
El fuego de las intenciones malignas pasó a mejor vida. Nada o casi nada, ya, me disgusta, las cuestiones materiales y sociales, empiezan a parecerme asunto sin interés.
A mi, consecuentemente con mi estado y edad, además de las sociales y materiales, las cuestiones terrenales cada vez me interesan menos. El fanatismo y la vehemencia de la ignorancia, se ha apoderado de los que gobiernan y de la mayoría de los gobernados. Los ideales se han ido a la Atlántida y la voz de los sentidos marcha camino del olvido.
Los sentimientos de los justos son banalizados hasta llevarlos a la inmadurez de las cuestiones inexistentes. Nada es verdad, ni es mentira, lo sé, pero el cristal con que yo lo veo nada impide que no pueda ver que los ideales morales, sociales, políticos y hasta los del flirteo vital, no adquieren valor alguno para casi nadie, lo cual es desastrosamente perverso para quien aún cree en ellos.
Hace unos días creí que había llegado mi final o, al menos, un peyorativo punto de inflexión en mi siguiente calidad de vida, pero todo acabó como acaban mis perversos y obscenos, sueños en los que un gran bicho se acuesta conmigo para clavarme un larguísimo aguijón, despertándome.
Como una buena brasa a la que le gusta sentir el viento, activo mi llama como si nunca hubiera tenido tanta necesidad de arder, de sentir y, especialmente, de vivir, dejando que el viento me lleve, caprichosamente, al mar de los sentidos más lejanos.
Me alegra que todo haya acabado mejor que se esperaba.
ResponderEliminarJajajajaja, gracias Tracy ... la realidad y la imaginación, a veces las confundo.
EliminarUn abrazo de martes
Déjate llevar por ese viento y adonde te lleve ¡Bienvenido Sea!.
ResponderEliminarUn abrazo Enrique.
Eso intento Conchi.
EliminarGracias.
Un abrazo de martes