03 marzo 2020
- Silencié mi ultimo sueño y lo convertí en un amigo cruel, levantador de falsas expectativas, aun y siendo un plato menor, lo mandé al baúl de Satanás por ello, y luego, sin darme cuenta, aparecí en otro sueño ante esa enorme "fuente de placer", (la de las rojas), llena de lindas niñas de un bello rojo y blanco, con hermosos y sensuales pelillos salientes de su vientre amable, de un color innombrable, tan sensual, tan olvidadas, que me hizo salir corriendo a no sé donde porque a medio pasillo tropecé, me caí, me repuse, y al llegar al salón, me di cuenta que volví a tropezarme con un sueño ...
- ¡Coñoooo! ¿Qué me pasa? - pensé... pues nada, era la maldad, que con los años se apodera del alma del baúl de mis imposibles ... más que imposibles, hoy, su mejor definición sería: Imposible, irrealizable salvo destierro, humillación pública o, simplemente, sí, una guillotina moral insoportable para mi dignidad de persona íntegra, moralmente no despreciable y amorosamente olvidado por el mundo no amable, que está por encima de lo correcto, de lo socialmente visible y de lo inútil.
- Ese es el mundo que noto y siento, no sé si cerca, pero es lo que el mundo joven de hoy propone como un amor inexcusable hacia el CARPE DIEM, lo cual antes era, a modo de premio, cosa de viejos y ahora, curiosamente, es cosa de todos, jóvenes y viejos, todos queremos vivir al ritmo del CARPE DIEM¡¡¡
Y es como debemos vivir.
ResponderEliminarO al menos intentarlo, querida Tracy
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