13 mayo, 2020 por
13 mayo 2020
Cierran las heridas con dificultad, aún y siendo intangibles, pero pronto se olvida a aquel que nos dio ese empujón que nos ayudó a salir de aquel enorme bache.
Neruda lo escribió con más claridad: “Nada se olvida más despacio que una ofensa; y nada más rápido que un favor.”
Fotografía de Raymond Cauchetier (Moi aussi, j’ai)