12 septiembre 2020
-Me costó despertarme pues tenía el último sueño, (un mal sueño), todavía activo y peligrosamente inacabado, cuando el terrible ruido que produce la persiana de mi vecina al levantarse y levantarla, (me refiero a la persiana), me hizo lanzar un grito de miedo o de terror, sí, como si estuvieran poniéndome un hierro candente, (como el que marcan a sus reses los vaqueros de las películas del Oeste), en las partes blandas y, al parecer, de eso se trataba el sueño, de marcar territorio pero con dolor.
-Una voz angelical apareció entre la oscuridad, como decía aquella vieja canción del daduronrón, (en la oscuridad de la sombra de un club), y de pronto noté una dulce mano que me cogía por el cuello y me decía: ¿Ya estás otra vez soñando que te matan cariño?
-Respiré profundo, era Ella, mi salvadora, mi tierno amor de siempre, noté que estaba vivo y sin más, me dejé llevar.
Es horrible que un ruido de arranque del sueño pero es hermoso que el amor de tu vida sea el que lo haga...... Saludos amigo Enrique
ResponderEliminarGracias, Sandra. Soy lo que se puede decir, un tipo con suerte.
EliminarUn abrazo de domingo
y gracias a Dios que estaba ella para hacer que todo quedase en la nada...y el mal sueño fuese solo eso... Muchos saludos y que inicie su semana llena de anécdotas ( ojo...me refiero a que le pasen cosas bonitas!!! jajajajja usted siempre tiene muchas cosas para contar!!!)...
ResponderEliminarLo de usted me ha llegado al alma. Pero me puedes tutear, Eli. Solo tengo 71. Jajajajajajaja
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