27 septiembre 2020
-Salí esta mañana, a eso de las nueve, y me di cuenta, casi con miedo, que no había nadie por la calle y me dio, instintivamente, por cantar esa vieja canción de Mina… “Ciudad solitaria“.
-A pesar de la soledad exterior, nunca estuve mejor acompañado, pues todo mi mundo, el que cada noche acaricia mi oreja con susurros propios de ese sentir que algunos llamamos amor eterno, Ella, estaba cantando conmigo.
-Entonces, recordando a Cortázar le dije: “Vení a dormir conmigo: no haremos el amor, él nos hará” … y nos hicimos.
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Qué bonita entrada, muy entrañable.
ResponderEliminarGracias, amiga Tracy. Es como es, se siente, se admira y se quiere.
Eliminarahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh que bellezaaaaa, me robaste el corazón querido Enrique. La pandemia no puede con el rico mundo interior de mucha gente que como vos lo cultiva a diario, y entonces nunca se siente solo/a. Precioso!!!!
ResponderEliminarGracias, Eli, ers muy amable.
EliminarSaludos de lunes ... algo frescos, ya.