21 febrero 2022
- Lo primero, hoy, será saber o entender, que bola del futuro manejan nuestros políticos a la hora de valorar que la pandemia de la COV ID-19 ya ha terminado cuando, a diario, mueren uno, dos o tres centenares de infectados.
- Luego, es decir, después de comer, una vez satisfecha mi ansiedad provocada por una dieta exagerada, dada mi escaso consumo de energía y mi abultado perfil lateral, me dedico a escarbar en las razones del destino y me puse a leer.
- Buscaba defenderme de esa sensación de que todo se acaba, (se acabará, pero sin prisas, dice mi buen amigo Juan), y me puse a leer ... me reencontré con Octavio Paz:
La calleEs una calle larga y silenciosa.Ando en tinieblas y tropiezo y caigoy me levanto y piso con pies ciegoslas piedras mudas y las hojas secasy alguien detrás de mí también las pisa:si me detengo, se detiene;si corro, corre. Vuelvo el rostro: nadie.
Todo está oscuro y sin salida,y doy vueltas en esquinasque dan siempre a la calledonde nadie me espera ni me sigue,donde yo sigo a un hombre que tropiezay se levanta y dice al verme: nadie.
Permíteme no hablar de políticos. Y de política solo hablaría de teoría política, de ideologías (sin ortodoxias), y de ideales.
ResponderEliminarAsí que paso directo al poema de Octavio Paz. Genial!!! Pero es lógico que un genio tenga genialidades y que se explique genialmente. Dualidad...
Un abrazo enorme, amigo!!!
Tienes razón, Emilio. Hace un rato a un veterano compañero de profesión, me contaba-e las penurias y percances de la política nacional y, la más peligrosa, la internacional europea en Ucrania y se mostraba muy desanimado, aunque muy alterado. Le contesté que este ya no era nuestro mundo y que no debiera preocuparse para nada, que las cosas terrenales ya no es cosa nuestra resolverlas, aunque sí, mínimamente, mantenerse informado. No le convencí.
EliminarEste poema de Octavio Paz, y ese "nadie", siempre me ha gustado. Cada día entiendo más al maestro.
Un abrazo, Emilio.
Adhiero al comentario de Emilio querido Enrique. Me abstengo de la politica porque aqui y alla , sin comentarios...esto es un viva la pepa de incoherencias..
ResponderEliminary que bien has sumado ese sentir publicando este poema de Octavio Paz que en verdad es uno de mis favoritos.Sigamos... Besossssssssssssssssssss
Pero que enorme alegría me das, querida Eli. Mi alma renace al saber de ti.
EliminarEspero que estés bien y que todo te vaya bien ... seguiré rezando hasta que no me lo confirmes.
Un abrazo muy, muy fuerte.
Buena reflexion a veces uno esta en optimismo y la desesperanza. Te mando un beso.
ResponderEliminarAsí es, amiga Judit, la desesperanza es cosa humana, es fácil caer en ella.
EliminarUn abrazo muy fuerte, escritora.
Un excelente poema. Saludos amigo Enrique.
ResponderEliminarUno de mis favoritos, poetisa Sandra.
EliminarUn abrazo de martes.
Buen día amigo.
ResponderEliminarSobre política nada diré, siguiendo la sugerencia, que no el viva la Pepa, de nuestra querida Eli... No en vano está el patio nacional, PP, en plena ebullición.
Y ya sobre la pandemia, en casa seguimos usando las mascarillas cuando salimos a la calle. Lo diga Agamenón o su porquero!
Una cosa es "entender" la política y otra seguir ciertas sugerencias "políticas". Versus Boris Johnson levantando las cuarentenas a los contagiados!
Por lo demás, Enrique, sino "viva la Pepa" de Eli, sí el ¡Viva la vida! :))))))
Fuerte abrazo amigo.
Me apunto a ese ¡¡¡viva la vida!!! Ernesto, como no, esa forma de entenderla, (vivirla), es lo que, seguramente, me mantiene en ella, en la vida.
EliminarAh, yo llevo la mascarilla FFP2 puesta desde el mismo instante en que cruzo la puerta de mi casa, llevo otra de recambio en el coche y otra en el bolso de la abuela.
De políticos, hartazgo, mejor no hablar.
Un abrazo fuerte.
Abres los ojos y ahí está el nuevo día.
ResponderEliminarInsertas la cápsula de café en la máqina, y te llega el vivificante aroma.
La roja pulpa del tomate brilla nadando en aceite sobre la tostada.
Sale agua caliente de la ducha.
Te envuelve una acogedora toalla.
Descubro tres brotes nuevos en la gitanilla de mi terraza.
Y el sol se columpia en las sábanas que he dejado a ventilar.
Y tengo un par de billetes en mi monedero.
y unos mensajes de ánimo en mi móvil.
Tengo un espejo al que no puedo entristecer y le dedico una sonrisa.
Alexa me acompaña con unas árias que me emocionan.
Y dos libros que me traje ayer de la Biblioteca.
Y, y, y, y, mil cosas más que colmarán este día de extraño número. 22022022
Eres extraordinaria, Conchi, tu comentario es todo un bello poema.
EliminarEl palíndromo que forma la fecha del día hace presagiar un día para que el busca suerte la consiga, y que el que tenga memoria sepa entyender que para quejarse, lo primero es aprender a apreciar lo que se tiene que es lo que tú nos muestras con tu magnífico comentario, querida Conchi.
Mucho ánimo, mucha fuerza, eres una mujer excepcional.
Un abrazo muy fuerte.
Gracias, Enrique. No voy a dejarme abatir y ser infeliz. Es un resorte de autoprotección.
ResponderEliminarTú eres una gran persona. Te deseo lo mejor, siempre.
EliminarUn abrazo.
La política que va por una calle, el buen sentido de la población en general, va por otro.
ResponderEliminarYo sigo mi vida según mi sentido común y siempre encuentro el motivo para estar bien, aun a pesar de todo. Y no es que niegue la realidad...pero...¡No puedo luchar contra los molinos de viento!
Octavio Paz, lúcido y maravilloso
Otro abrazo
Luchar contra los molinos de viento, no se puede, así es, dulce Lu. Nunca mejor explicado.
EliminarFeliz jueves.