– Fui al médico para ver unos resultados de algo poco importante, pero antes, sin saber muy bien por qué me puse a escuchar una canción de los Porretas que en su día me pirraba y quise experimentar si aún eso era posible:
– Luego me puse a leer la prensa-e y no sabía muy bien si eso, lo que estaba leyendo, era real o era una de esas famosas fake news que ahora están tan de moda:


– Decidí cambiar el Rumbo de mis inquietudes y me puse a leer en mi libreta verde, una de las citas de mi admirado Pio Baroja que encajaba perfectamente en el ambiente moral de este extraño día: «Somos grandes constructores de ilusiones, hasta que hacemos lo posible por destruirlas.«
– Volviendo al principio, sí, fui al médico, me senté frente a él … ya nada me parecía importante.
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A los Porretas no los conocía y además he visto el vídeo y para nada me gustan. Las noticias de la prensa terroríficas, y como bien dices lo del médico es otro cantar. Un abrazo.
ResponderEliminarAy, Conchi, tienes razón, siendo todo como es, para que voy a preocuparme con lo que me diga el médico.
EliminarUn abrazo, querida amiga.
Sí, todo es relativo en esta vida.
ResponderEliminarMuy.
EliminarBaroja sobrado de razones, Enrique. Un abrazo. Carlos
ResponderEliminarAsí es, Carlos P.
EliminarUn abrazo.
Mi muy querido Enrique..
ResponderEliminarEl video me ha hecho reir y creo que la risa siempre es buena...y las energias tambien..ya que están en falta.. La musica acompaña nuestras distintas etapas de vida, hoy nos movilizan ..qizás mañana no..Pero hay melodias que nos movilizan toda la vida.
Tema guerra, tengo en Ucrania a la mejor amiga de mi hijo que viene todas las vacaciones a quedarse en casa,imaginate lo que sentimos, gracias a Dios no hemos perdido comunicacion ni un solo dia, pero es verdaderamente aterrador. noticias...evito, porque hacen mucho daño.
Tema médico, sin dudas hay que enfocarse en estar bien, porque si no lo estamos, no podemos ayudar a nadie. Te quiero . Besosssss y muy buena semana !!!!
Gracias, Eli, ya sabes, es bidireccional.
EliminarUn abrazo muy fuerte.
Uy es que como van las cosas entre la guerra y como matamos a l mundo. Animo te mando un beso.
ResponderEliminarSi estamos aquí, escribiendo, es porque no nos resignamos Judit. Por muy feo que nos parezca todo lo que nos rodea en forma, cuerpo y alma, resistiremos como buenos supervivientes que somos.
EliminarUn abrazo muy fuerte.
¡Ay Enrique que placer leerte!
ResponderEliminarMe he puesto a bailar con los Porretas, pero al instante mi alegría se ha esfumado, al contemplar los vientos de guerra que llegan a nuestros oídos.
¡Cuanta sinrazón!
También yo estuve esta mañana en el médico. Cuando se tiene ya una edad, las visitas son el pan de cada día. Espero que no sea nada grave tu dolencia.
Un abrazo querido amigo.
¡Cuanta barbarie!
Nada grave, Maripaz, es lo de siempre. Tenía un amigo que cuando me veía me decía: ¡Hola, Enrique ... ¿cómo estás, bien o como siempre?, pues eso.
EliminarMe encanta que hayas bailado y llorado a la vez, son tiempos difíciles, aquí también se reflejan.
Un abrazo fuerte.
Ayyy nooooo!
ResponderEliminarAcabo de escribir mi comentario y cuando le di "publicar" me apareció una leyenda de blogger "Lo siento, ha ocurrido un error, actualiza la página a ver si todo vuelve a la normalidad"
Bueno...a ver si logro reproducir lo que dije antes.
EliminarLa canción me hizo pensar adonde fueron a dar mis divertidos sábados a la noche.
La vida pasa amigo y nosotros solo somos pasajeros del tiempo. Por eso, insisto, lo importante es el "aquí y ahora", recordar felices los "tiempos idos" y apostar a que "mañana" será mejor.
Los sucesos mundiales, de nuestra comunidad o vecindario, por tristes que sean, no deben impedirnos cuidar nuestra salud y nuestra propia vida.
Esto es así, me parece, desde que el mundo es mundo y si no podemos cambiarlo, al menos intentemos tener una buena calidad de vida que nos permita alzar la voz ante tanta injusticia.
Fuerte abrazo
Abrazo va
Siento lo de tu "apagón", pero yo salí beneficiado, estuviste más tiempo aquí.
EliminarComparto tu comentario al completo y, especialmente n ese deseo final: intentemos tener una buena calidad de vida que nos permita alzar la voz ante tanta injusticia.
Un abrazo fuerte, dulce Lu.