27 octubre 2022
- Como un nocturno de Chopin, como una mano que te salva en tu peor sueño, descubres que la vida es un relámpago entre dos largas noches y no conviene perder ni un segundo en cuestiones banales: Aprovechémosla, vivamos cada segundo, cada momento, cada fajo de luz de ese maravilloso relámpago.
¡¡¡Buenas noches!!!
Cuatro de mis mejores refugios
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Linda fotografía y Chopin para dormir amigo.
ResponderEliminarEntonces dormiremos bien, FB.
EliminarGracias.
Un abrazo.
Amén ... Enrique
ResponderEliminarDulces sueños, un abrazo
Un amén intenso, MdN, atractivo, solvente y necesario.
EliminarUn abrazo.
Claro que si, ni un solo segundo.
ResponderEliminarSalud
Ese es el camino, ERik, ya no hay otro.
EliminarSaludos.
Preciosa entrada
ResponderEliminarGracias, Tracy, tú siempre breve, sincera, amable y elegante.
EliminarGracias.
Muy cierto hay que vivir a plenitud, me alegra leerte de nuevo y espero que estés muy bien.
ResponderEliminarPoco a poco, Judit. Hoy ya he salido hasta la farmacia (200 m) con mi taca-taca y aunque he tardado mucho en llegar, llegué.
EliminarUn abrazo, escritora.
Buenos días amigo Enrique, me alegra tu vuelta al ruedo. Y más con el nuevo estilo...
ResponderEliminarEs más cierto de lo que pudisen parecer tus palabras sobre "un relámpago entre dos noches".
Dicen que para el TODO, que todo es/somos, el intervalo de una vida humana es como un simple parpadeo.
Entremedias, los sueños del "sujeto".
Fuerte abrazo.
Gracias, amigo Ernesto por estar siempre ahí, se agradece.
EliminarEse simple parpadeo ... toda una vida, eso es.
Un abrazo muy fuerte.
N: Ya estoy escribiendo sin errores, empiezo a coordinar seso, dedo, teclado con mayor habilidad.