18 julio 2023
- Este post lo escribí el 18 julio 2011 y luego lo repetí el 18 julio 2013 el 18 julio 2016 y hoy quiero volver a mostrarlo aquí:
___________________________________________
En mi infancia hoy era el día en que se cobraba la paga extra, una bendición divina que en este caso venía de la mano del Gobierno del Dictador. El Glorioso Alzamiento Nacional, término al que todos nos acostumbramos a oír tanto por los 40 y 50, era, para los que ya nacimos en la mitad del siglo una cosa que se ponía en los libros del FEN y en algunos periódicos cuando llegaban fechas señaladas del Régimen cual era la muerte de algunos de sus fundadores o la del día del obrero, que para la época nada había mas socialista en Europa que la ley sindical española y la misma seguridad social, claro que, para entonces, la cosa era de “todo para el pueblo pero sin el pueblo”. O sea, si le hacía caso a mi Santa Madre en aquello de: “Enric, no te metas en política, ves a lo tuyo”, entonces vivías de PM, podías ser catalán, pero “no te signifiques mucho y en Misa y en los Ejercicios Espirituales de la Parroquia, siempre en castellano, no sea que luego te fichen y no puedas hacer Milicias". Las heridas serían grandísimas pero mi Padre nunca me hablaba de aquello, mi abuelo, aún más, y mi Madre me repetía; “Enric, tú a lo tuyo”.
Eran tiempos felices, tal día como hoy, con la paga en el bolsillo, España entera de se iba de vacaciones, los camiones tenían prohibido la salida a la carretera en un día como hoy para que todos pudiéramos ir con nuestro seiscientos, el de Papá, a la Playa de Castelldefels o a la de Masnou con nuestra sombrilla y nuestra neverita con los bocadillos y la bebida para pasar el día entero en la Playa. Ni blancos ni rojos hablaban de lo que pasó, nadie nos lo explicó y con un tan solo: “Enrique, la guerra ya pasó, es algo para olvidar, no se puede repetir”, todo eso y muchas otras y contradictorias versiones aparecían en las grandes reuniones familiares en torno a una boda, comunión, o entierro de un familiar.
Pasaron los años y ya en edad casadera lo empecé a entender, ellos no querían contarlo; “Fue una atrocidad, Enric”, me decía mi Padre en una de sus mayores explicaciones sobre el asunto, no querían hablar de ello y nada de preguntas sobre el pasado, ni unos, ni otros querían soltar prenda y cuando lo hacían los hombres, en una de esas grandes reuniones, se callaban al paso de niños y mujeres, no querían que lo supiéramos. Pero curiosamente ahora, mas que nunca, cuando pocos jóvenes saben lo que hoy se celebraba en la era Franquista en este País, incluso ignoro si figura ella en algún libro de texto culto, pues hoy, como nunca, está más encendida la hoguera de las Dos Españas en las que unos, de modo sistemático, se empeñan en hacerlo y los otros en significarlo y en cultivarlo.
Si, Mamá, ahora entiendo tu mensaje, ahora más que nunca lo entiendo, debo seguir marchando hacia adelante y olvidarme de rencores por algo que cometieron unos ancestrales patriotas equivocados, en el mejor de los casos, y/o unos anárquicos revolucionarios, de uno u otro signo, sin haber sido antes capaces de lograr el entendimiento por la vía del diálogo. Si mamá, yo a lo mío, les enseñare que lo que pasó fue un error que no se debe ni se puede repetir, que la violencia no resuelve nada que no vuelva a repetirse, solo el entendimiento entre las personas lo logra lo cual se debe conseguir a toda costa y por muy distantes que estén sus ideas.
Como me gustaría que en un día como hoy, de un futuro no muy lejano, alguien celebrara, de modo institucional, este día como lo que es, un día para olvidar rencores, pero para recordar que “eso” lo que aún nos divide, eso sucedió y que no debemos olvidarlo para que no pueda repetirse jamás. Ese es mi deseo de hoy y brindo por ello con todo aquél que quiera hacerlo.
Mis padres tampoco querían hablar de ello. Se habla más ahora sin conocimiento. Un beso
ResponderEliminarSe habla cada vez menos entre la gente, tanto que mis nietos no saben que pasó, Susana.
EliminarHay fechas que se marcan y uno no de olvidarlas para no olvidar lo atroz de las dictaduras y la estupidez humana. Te mando un beso.
ResponderEliminarNo se deben olvidar, Judit, no debemos olvidar que pasó y así recordar lo que no se debe hacer.
EliminarUn abrazo, escritora.
¡Levanto mi copa amigo!
ResponderEliminarPero no puedo obviar que hay una parte de esta España, la "negra", que vuelve a planear sobre el país...
Con el agravante de que quienes la jalean, al margen de los "con-vencidos", pueden ser, y lo son, parte de aquellos "vencidos" de antaño.
Desmemoriados, e inconscientes de su propia situación económica, social, sanitaria, cultural, laboral, de ellos y de sus hijos y nietos, necesitados de un Gobierno como el actual. Reconocida su valía y buen hacer tanto en Europa como el resto del mundo.
Y que por culpa de las fobias personales que el propio presidente actual representa, para ellos, aullan en contra y ensalzan la mentira, la tergiversación, la libertad y... las más que probables "restricciones a sus pensiones"!
Gran abrazo Enrique. Siento haber desfigurado, en parte, el sentido de tu celebración. :)))))
No tengas cuidado, Ernesto, a nuestros gobernantes (a todos ellos) no les preocupa resolver el presente y el futuro de sus administrados, solo buscan poder, notoriedad y prosperidad social, política ... y económica. De los problemas que la gente tiene, tales como, "Okupación", trabajo estable, educación cambiante de sus hijos, natalidad decreciente, vivienda social, derecho a una Justicia rápida y justa, la acelerada degradación de la seguridad en nuestras calles, la degeneración acelerada de la clase política, nuestra inflada administración pública, tan inflada como ineficaz ... en fin, Ernesto, de eso no se habla en ningún Parlamento de los innumerables que tiene nuestro País, solo cargos y más cargos políticos asaltando las arcas del Estado y haciéndose con un eterno modus vivendi a costa de los altos impuestos de los administrados.
EliminarDejé de creer en la política cuando en el año 67 se anunció en la Facultad de Económicas de Pedralbes la actuación de Luis Llach y en lugar del artista apareció un grupo de activistas de las agrupaciones más radicales a dar su Mitin. Con ellos aparecieron un "millón" de grises que nos dieron leña hasta que se hartaron, pues el patio de la Facultad no tenía más que una salida. Yo era miembro del Sindicato Libre de Estudiante de la Universidad de Barcelona ... al día siguiente de la frustrada actuación del cantante me di de baja.
Un abrazo muy fuerte, amigo y, ya sabes, no dejemos que pase lo que se está reverdeciendo a marchas forzadas, que una de las dos Españas nos hiele el corazón, hagamos de lo nuestro (la familia, la amistad, el dialogo), la única España posible.
que buen blog
ResponderEliminarGracias.
EliminarAsistí a la escuela franquista, me transmitían las ideas del régimen y pretendían que me educase bajo los postulados de la Sección Femenina. Un día la señorita me enseñó El cara al sol. Llegué a casa cantándolo. Mi abuela que estaba limpiando en la cocina me mandó callar, dijo que le dolía mucho la cabeza. Tardé años en saber que aquel día a mi abuela no le dolía la cabeza. Mi abuelo había sido fusilado porque en su repertorio de canciones favoritas no figuraba El cara al sol.
ResponderEliminarNo olvido, ni perdono, una niña que se cría sin abuelos es una niña mutilada. Los falangistas enterraron a sus muertos y los enterraron con honores, los republicanos pueblan las cunetas, fueron silenciados y la derecha aún afirma que hay que olvidar, seguir silenciando.
Un beso.
En algún momento tendremos que iniciar esa reconciliación final de las dos Españas, Ilduara, supongo que es un problema que solo el tiempo puede curar, pues no podremos olvidar que hace algo más de doscientos años nos matábamos con los franceses y hoy no queda rencor alguno entre los ciudadanos de ambos países.
EliminarUn abrazo muy fuerte, Ilduara, y, sí, todos tenemos bajas en nuestras familias de nuestra tan terrible guerra civil.
No había leído esta entrada tuya y, mira que tenemos coincidencias entre tu país y el mío. Te contaré que estamos próximos a conmemorar los cincuenta años del golpe militar en mi país que derrocó a Salvador Allende y, creo que estamos más divididos que nunca, que los de la izquierda se sienten dueños de la verdad absoluta y los de la derecha les cuesta todavía aceptar que fue un golpe y no un “pronunciamiento militar” y no digo toda la derecha, porque los centro derecha admiten el golpe, pero con matices. La idea -este año- era llegar a un consenso entre todos para un nunca más, porque el dolor causado por tantos muertos y detenidos desaparecidos que todavía no aparecen, merecen el debido respeto, pero no será posible porque estamos divididos. Necesitamos avanzar, pero avanzar con verdad, con políticos de verdad. Estamos cansados de ver que hasta el partido del presidente actual esté complicado en errores -digamos éticos-.
ResponderEliminarExtraño a mi padre y sus convicciones y valores. Extraño su vocación de servicio y su entrega política. Me temo que la estirpe política de la cual mi padre formó parte, muy difícilmente la volveremos a tener.
Un gran abrazo estimado Enrique.
Así es, Tatiana, países con una historia paralela. Resumes de un modo prudente y centrado lo sucedido allí, antes y ahora. Me voy a quedar con tu último párrafo que ha llenado mi alma y el pensamiento de puro sentimiento.
EliminarGracias.
Hubo "errores" en los dos bandos... Hubo criminales en los dos bandos... Los que vencieron, claro, se ensañaron... Pero si hubieran vencido los otros hubiera pasado lo mismo... Lenin lo dijo, una guerra civil es una guerra de exterminio...
ResponderEliminarTristisimo...
Un abrazo triste, amigo
Dices muy bien, Ildefonso, la guerra en sí misma fue un tremendo crimen y un gran error que al día de hoy aún guarda rencores y mantiene dividida a la España que debiera ser de todos.
EliminarUn abrazo, maestro.
En Colombia, un régimen nefasto, amparado en una democracia débil, manipulable y de cooptación de los tras poderes públicos, cayó sobre el tesoro y erario para escamotearle, sobre las leyes para eliminar las co nquistas salariales, y la tribtación apoyada sólamente de las clase media hacía bajo. El expolio. ESte régimen pretendió cambiar la memoria, negando los falsos positivos, el paramilitarismo apoyado por una sociedad del gobierno y los narcos. El centro de la memoria, es el referente, para no volver a las monstruosidades de un régimen sin quien lo vigile, y en el terror funde la seguridad nacional. Cuánto se está poniendo hoy a flote, aquí en mi país, cuántos negociados con Odebrecht, cuantos muertos en fosas como la de Dabeiba, y los crematorios de Norte Santander y las hoyas de genocidos entre Colombia y venezuela, denunciadas por Mancuso. Cierto, Enrique estos ctrimenes deben quedar en la memoria, para que no se repitan, si como allá en ESpaña, y aquí en Colombia queremos una sociedad más justa y equitativa. Un abrazo. Carlos
ResponderEliminarGracias, Carlos Augusto, suscribo íntegramente el mensaje que transmites en tu comentario.
EliminarUn fuerte abrazo y mucho ánimo.