Playa San Juan - Alicante (esta mañana)
31 julio 2023
- Me acerqué a la Playa y, no sé muy bien por qué, me acordé de aquella vieja canción que decía algo así:
… Quisiera ser un águila realPara poder volar cerca del solY conseguirte las estrellas y la lunaY ponerlas a tus pies, con mi amor
- Cariño, ¿estás cantando?
- Quisiera.
Cinco de mis mejores refugios
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Hola de lunes amigo!
ResponderEliminar¡Qué bella canción! la escuché "todita" y me ha encantado. No la conocía.
¡Muy bonita, mucha ternura en su poesía!
También me ha encantado la foto Enrique. Más aún con el frío y gris que tenemos hoy en mi ciudad.
Esa playa es para soñar, para recordar canciones de amor, disfrutando del "aquí y ahora"
¡Buena semana! Va mi abrazo sureño
Gracias, dulce Lu, la vida es un sueño que, a veces, se hace realidad. Te llamo dulce por algo, porque siempre lo eres.
EliminarUn abrazo cálido muy fuerte, ya sé, por ahí estáis en pleno invierno. En medio año será lo contrario.
Seguro que tienes habilidad suficiente para elaborarle unos zapatos de estrellas con un sol por pompón.
ResponderEliminarMe río, gracias, Ilduara, me hacía falta. Eres un encanto.
EliminarUn abrazo d emartes.
Lo importante es acordarse de una bella canción. No importa si cantas afinado. La belleza está en el corazón que recuerda la magia de una melodía.
ResponderEliminarAbrazos estimado Enrique
Así es, Tatiana, el cerebro manda impulsos hacia el mundo d ela memoria sin que podamos entenderlo, ni evitarlo.
EliminarUn fuerte abrazo, escritora.
EliminarEs una bella canción y es el contacto con la naturaleza lo que nos inspira. T e mando un beso.
ResponderEliminarEso creo, Judit, casi siempre conecto con tus formas de ver las cosas.
EliminarUn abrazo, escritora.
La cosa va de canto, en ambos espacios. :))))))
ResponderEliminarFuerte abrazo Enrique.
Decía mi profesor de literatura (allá por los años cincuenta y tantos) que el canto es un borde, pero cuando se habla de canto, puede ser una maravillosa expresión que solo los amantes de la música pueden entender.
EliminarUn abrazo, Ernesto.