17 octubre 2023
- Tengo un amigo que no para de repetirme que nos envenenan la comida y el aire. Me dice que lo de la comida está claro que así es y el aire también, pues no hay más que ver esas estelas que se ven en el cielo de todas las ciudades que no es más que un veneno que sueltan desde los aviones. Al parecer (según mi viejo amigo), quieren rebajar el número de habitantes para que el Planeta no perezca, ya que de otra forma nos vamos a exterminar matándonos unos a otros sin remedio alguno, pues ya sabemos que la humana es la única especie que tiende a la autodestrucción y así, con el envenenamiento, se le ahorra la parte sangrienta de la automatanza.
- Mi amigo me hace una pregunta de despedida para corroborar su denuncia:
¿Tú no has visto la cantidad de gente que se muere de cáncer hoy en día?, pues se ha comprobado con datos científicos que esas muertes se han incrementado ahora más que nunca se ha visto, Enrique.
- Muerto de pánico, me he ido a confesar con mi cura favorito y me ha dicho que a él también se lo parece. Luego tuvimos que ir a tomar juntos un par de chupitos con el café para desahogar el miedo y para que el alma (la de los dos), volviera a la vida. No me puse a llorar de milagro.
Cinco de mis mejores refugios
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Lo que está claro es que todos vamos a morir. Un beso
ResponderEliminarIrrefutablemente, Susana, pero ¿se acabará la vida en el Planeta antes de que nosotros nos vayamos?
EliminarUn beso de tarde de martes.
!Hola Enrique¡
ResponderEliminarSabes, me parece divino lo del chupito, es verdad que uno ve las cosas de otra manera... ya nos morimos de pena viendo el panorama mundial que los medios de comunicación nos muestran un día si y otro también.
Un placer leerte, gracias.
Lo del chupito es una forma clara de demostrar el miedo que teníamos, Marina.
EliminarUn abrazo.
Lo mismo dijeron de pandemia, que había demasiados habitantes y tenían que despoblar un poco. Hay mucha infertilidad y cáncer actualmente, dicen que es por la comida. Los chupitos siempre tran de regreso las almas, por eso se beben en compañía, en buena compañia.
ResponderEliminar(Me dejaste con duda en algo de tu comentario)
Bueno, tomármelo muy en serio, no sé, lo hablamos y luego pasamos un buen rato hablando de lo divertido que puede resultar este asunto., Maia.
EliminarVoy para allá a ver esa duda.
¡otra amenaza!
ResponderEliminarJajajajajajajaja. Tengo la impresión de que nadie me ha pillado la sátira.
EliminarEsas estelas que da la impresión de que se comen las nubes son una realidad aunque lo de que su finalidad sea envenenarnos me parece cuestionable, personalmente las encuentro bastante misteriosas.
ResponderEliminarEn cuanto a la comida, cada vez tiene más aditivos. Yo diría que es por puro negocio, que dure mucho y que se mantenga apetecible es lo único que les importa a los fabricantes, les da igual el daño que pueda ocasionar todo lo que le meten si es legal. Ante este panorama, intentar no comer productos muy elaborados seguramente es la mejor opción.
Un beso Enrique!!
Veo que eres una experte en el tema, Ana. Gracias por tu comentario.
EliminarFeliz miércoles
Que va, a veces digo las cosas con mucha seguridad y tiempo después descubro que estaba muy equivocada y toca rectificar, ser experto supongo que es mucho más que dar una opinión ji,ji.
EliminarFeliz jornada Enrique!!
Feliz jornada, Ana.
EliminarEs la forma en como contaminamos y nos contaminamos. Te mando un beso.
ResponderEliminarY lo hacemos sin darnos cuenta, Judit. ¿Será verdad todo eso?
EliminarFeliz miércoles, escritora.
Ojala tu amigo esté equivocado... No quiero creer otra cosa.
ResponderEliminarUn abrazo
No creo que sea cierto, Ildefonso, algunas cosas son ciertas, pero lo de las estelas ... pues, no sé. El cura, cuando se lo contaba, se partía la parte final de la espalda.
EliminarUn abrazo, maestro de la fotografía,
Preocuparnos, es aligerar la maleta del viaje sin retorno. un abrazo. Carlos
ResponderEliminarDebes entender cuan disimuladamente este texto es pura sátira, querido Carlos Augusto. Creo que la escondí demasiado (la sátira).
EliminarAbrazo de jueves.