23 febrero 2024
- Una vieja amiga de las de toda la vida y gran escritora sin éxito popular, me sorprende esta madrugada con un corto relato cuya protagonista fue su nieta de sólo doce años.
- Su nieta, en un trabajo de sociales en el que debía explicar cómo veía el futuro profesional y/o ocupacional y si pensaba irse a algún lugar en concreto para conseguirlo, presentó la fotografía de arriba con un texto muy sencillo debajo: "Me ha dicho mi abuela que me costará, pero que no deje de intentarlo, nuestro futuro dependerá de que lo consigamos".
- Su abuela (mi vieja amiga), a la vez que me informó de que a su nieta la premiaron con un SB por su trabajo, acabó su relato recordándome una viejísima frase extraída de nuestras clases de filosofía de los 60:
"Adquirir desde jóvenes tales o cuales hábitos no tiene poca importancia: tiene una importancia absoluta"
Cinco de mis mejores refugios
El crecimiento implica aprendizaje; sin una base sólida, estamos destinados al fracaso. Que tengas un excelente fin de semana, querido amigo Enrique.
ResponderEliminar¡Un abrazo inmenso!!
Totalmente de acuerdo contigo, Rosana.
EliminarFeliz fin de semana, también, para ti.
Sin duda,las generaciones heredan habitos que aprendieron en el hogar y reafirmo el colegio,solo tenemos el deber de enseñarlos bien.Me encanto leerte querido Enrique.Un abrazo cariñoso!!
ResponderEliminarGracias, Menta, ese encanto es bidireccional.
EliminarFeliz sábado
Los buenos hábitos y los buenos sentimientos siempre deben ser adquiridos. Te mando un beso.
ResponderEliminarY desde muy jóvenes, amiga Judit.
EliminarFuerte abrazo, escritora.
Enrique, bella entrada,
ResponderEliminarEl consejo de su abuela es sabio "que no deje de intentarlo, nuestro futuro dependerá de que lo consigamos".
Para llegar a un lugar sin hipócritas, sin fantasma y sin mentiras
Cariños y besos amigo, que tengas un bello fin de semana
Gracias, SdP^, luchemos para que ello se consiga
EliminarUn fuerte abrazo.
Espero que la niña lo consiga. Un beso
ResponderEliminarConociendo a la abuela, no lo pondrías en duda, Susana.
EliminarUn abrazo.
Enhorabuena a esa niña. Crecer con esos objetivos hará de ella una adulta sabia y consciente.
ResponderEliminarLos niños no dejan de darnos lecciones.
Un beso.
S´, es admirable su forma de hacer, envidia sana, querida Ilduara.
EliminarFeliz tarde.
Abrazo para la abuela y para la niña. Precioso. Ese lugar no existe hoy, pero quizás mañana ella, la niña, lo encuentre.
ResponderEliminarUn gran abrazo.
Recemos para que así sea, Mara.
EliminarUn abrazo muy fuerte.
Enrique, grande la abuela, la mejor herencia que le pude dejar son grandes valores.
ResponderEliminarMe encanto.
Abrazos amigo
Sí, es realmente una gran persona y tiene muy clara su actitud ante la nieta. Una delicia de mujer.
EliminarUn abrazo, VyDV,
Cierto amigo. ¡Las semillas de hoy son el fruto del mañana!
ResponderEliminarBonito día!
Fuerte abrazo Enrique.
Gracias, Ernesto, en tu caso las semillas florecieron con gran fortuna y éxito.
EliminarUn abrazo muy fuerte, amigo.
El relato es genial, querido Enrique, por su contenido y por su continente (vaya, ya se me colaron términos del mundo de los seguros!!!), Por el contenido y por el hecho de que sea tan real como la vida misma.
ResponderEliminarGanas de abrazar a la niña y a la abuela. Y a tí, por contarlo...
Y estoy plenamente de acuerdo contigo. Y añado: lo más importante que pueden aprender los niños, ya no se enseña tanto en las escuelas, ni muchos padres lo transmiten (ni de voz, ni con el ejemplo). Y es triste que haya que remontarse a los abuelos para encontrar una lección de dignidad, coherencia y esperanza tan contundente.
Este tema es otro que quiero tocar en el blog del ángel. Lo más importante no se les enseña a los niños, y eso tiene una consecuencia: entran al mundo del consumo impulsivo con más fuerza que sus padres. Sin principios vistos y vividos, esto se aproxima cada vez más a lo que es una fábrica de robots.
Y no sego que me he puesto muy negruzo!!!
Un enorme abrazo, querido amigo!!!
(ya me estoy retrasando, cachis!!!)
Lo primero será decirte que nunca te retrasas, este tren no tiene horario, ni obligaciones, ni compromisos adquiridos. En cuanto a tu comentario ... lo suscribo al cien por cien.
EliminarUn fuerte abrazo, poeta enamorado.
Enrique, es lo que no se pronociona hoy ni en la casa ni en la escuela. Son fundamentos que no solo tienen un enorme valor moral, sino alentador para emprender la ida. Un abrazo. Carlos
ResponderEliminarUn defecto más añadido a nuestra forma social de vida actual, amigo Carlos Augusto. ¿Habrá soluciones a corto?
EliminarUn abrazo.