04 febrero 2024
- Sudaba por todos los poros de mi cuerpo, el mal me estaba matando ... de pronto oí la voz salvadora: "Cariño, estás bien, son las ocho y ...".
- Solo era un sueño, un sueño cruel donde un ser de alma negra mordía mis débiles entrañas que yacían sangrantes en lecho verde y tinta azul ... como la misma y precaria antigüedad de los bellos iconos de nuestros sueños imposibles. Me salvó el amor y el dolor de sentirme así, justo entonces me acordé de él y su "Certificado de Existencia":
Ah ¿quién me salvara de existir?
Fernando Pessoa
Dijo el fulano presuntuoso /
hoy en el consulado
obtuve el habitual
certificado de existencia
consta aquí que estoy vivo
de manera que basta de calumnias
este papel soberbio / irrefutable
atestigua que existo
si me enfrento al espejo
y mi rostro no está
aguantaré sereno
despejado
¿no llevo acaso en la cartera
mi recién adquirido
mi flamante
certificado de existencia?
vivir / después de todo
no es tan fundamental
lo importante es que alguien
debidamente autorizado
certifique que uno
probadamente existe
cuando abro el diario y leo
mi propia necrológica
me apena que no sepan
que estoy en condiciones
de mostrar dondequiera
y a quien sea
un vigente prolijo y minucioso
certificado de existencia
existo
luego pienso
¿cuántos zutanos andan por la calle
creyendo que están vivos
cuando en rigor carecen del genuino
irremplazable
soberano
certificado de existencia?
Mario Benedetti
Muchos de nuestros días pasan por la vida sin pena ni gloria y cuando resucitamos de ese anodino viaje añoramos no haber vivido con intensidad ese tiempo que se nos fue entre los dedos.
ResponderEliminarUn beso.
Mi Madre solía decir siempre: "Líbrame señor del día de las apologías sin tener que arrepentirme de algo que nunca hice". Un día le pregunté ... me lo contó.
EliminarUn fuerte abrazo, Ilduara.