20 febrero 2024
- Salí al mundo exterior y me di cuenta de que la belleza está en todas partes, tan solo se trata de saber verla.
- Más tarde volví a mi iluminado y oscuro rincón para meditar sobre el horror y la belleza y me di cuenta de cuanto se necesitan el uno al otro para saber reconocerse.
Una reflexión muy acertada, Enrique. Que a veces no nos paramos a ver y valorar. Parecen contraponerse, pero se necesitan como el día y la noche, como el blanco y el negro, bien lo dices tú. Sin belleza, por otro lado, sería un horror vivir...
ResponderEliminarMuchísimas gracias por amistad y entregas, amigo.
Te dejo un afectuoso abrazo desde esta Barcelona que aún añoras. Que pases un buen día.
Teo
Ay, amigo Teo, añoro mucho Barcelona, pero seguramente añoro aquella que amé en su tiempo infanto-juvenil mucho más que la de ahora. No obstante, ahora ya se me hace muy complicado viajar pues mi movilidad no es la de un bailarín, precisamente.
EliminarSin belleza no hay vida, Teo, sin horror no la valoraríamos como merece.
Un fuerte abrazo y enhorabuena por vivir en esa gran ciudad cual es Barcelona.
Supongo que tienes razón. Un beso
ResponderEliminarNo, sabes cómo agradezco tu comentario, Susana.
EliminarGracias.
Cuanta razón hay en tus palabras Enrique, si vives un horror, después le belleza se multiplica.
ResponderEliminarUn agran abrazo.
Así lo creo y así doy fe de ello, Conchi.
EliminarUn abrazo.
Reconocemos la felicidad después de atravesar el túnel del horror. Valoramos entonces más la dicha.
ResponderEliminarUn beso.
Aprender a vivir a golpes, querida Ilduara.
EliminarUn abrazo de miércoles.
Efectivamente, Enrique, la belleza está en la mirada.
ResponderEliminarY también el horror.
La belleza y el horror, se necesitan, aunque parezca un contrasentido. Pero es así. Son los claroscuros de la vida.
Abrazos
Como el amor y el desamor para la poesía, Maripaz.
EliminarUn fuerte abrazo.
Si es como el amor y el odio o la luz y la escuridad. Ambos se necesitan. Te mando un beso.
ResponderEliminarEs cierto, amiga Judit, a mí me sorprende y cada día de un modo más generalizado, como se pasa del amor al odio. Un mal antiguo que vuelve con fuerza.
EliminarUn abrazo, escritora.
Así es.
ResponderEliminarDoy fe. Amén, Tracy.
EliminarEnrique, un post para la reflexión, la belleza nos rodea todo el tiempo pero muchas veces no la vemos.
ResponderEliminarAbrazos, que tengas un feliz día
No sabemos verla, pero está a hí, VyDV, siempre está.
EliminarFeliz día para ti, también.
Es cierto, Enrique y pocos meditan sobre este aspecto de la realidad.
ResponderEliminarAbrazo amigo.
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Quizás, como casi en todo, es la experiencia la que nos hace sabios, amiga Majo.
EliminarUn fuerte abrazo.
Estimado Enrique,
ResponderEliminarUna reflexión para tener en cuenta.
Mi abrazo y cariño.
Gracias, Rosana, yo también lo creo.
EliminarFeliz jueves.
Quizas en algún momento mas que la belleza lo que nos atrae es una discreta felicidad... Y sin horrores...
ResponderEliminarUn abrazo, amigo
Que mayor belleza que una discreta felicidad, amigo Ildefonso.
EliminarUn fuerte abrazo.
Um conceito tem swmpre o seu oposto.
ResponderEliminarAbraço amigo.
Juvenal Nunes
Así es, Juvenal, como el frío y el calor, si no conoces a uno, nunca sabes del otro.
EliminarUn abrazo.
El juego del contraste, querido Enrique!!! Cuanto mayor es el contraste entre opuestos, mayor visibilidad tiene tanto el uno como el otro.
ResponderEliminarPero añado algo que no se suele añadir: la profunda reacción de agrado y alegría que causa en nosotros la belleza, como en el caso del amor, es innata y espontánea. Yo creo (y solo es una creencia) que no necesitamos saber del horror para gozar de la belleza o del amor. Si acaso, pero no lo tengo claro, el fantasma del temor, ya sea de la falta de amor y belleza, o del sufrimiento y la violencia, puede jugar ese papel de reforzamiento de nuestra reacción hacia la belleza y el amor.
Interesante tema, Enrique. Como siempre!!! Me encanta como vas dejando aflorar temas...
Un enorme abrazo, querido amigo!!!
Ay, amigo Emilio, eres muy amable, siempre lo eres y, sí, ese tema lo he tenido siempre presente cuando en alguna ocasión durante mi tiempo de conferenciante hablaba de la vehemencia de la ignorancia ...
EliminarUn fuerte abrazo, poeta enamorado.
Cierto. Se necesitan belleza y horror. El mundo es un claroosuro. Saludos. Carlos
ResponderEliminarNo hay bien sin mal, Carlos Augusto, lo apuntas muy bien, escritor.
EliminarUn abrazo